El papa Benedicto XVI está "profundamente afligido" por la muerte del arzobispo caldeo (católicos de rito oriental) de Mosul (Irak), Boulos Faray Raho, informó el portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi.

Lombardi precisó que el Pontífice fue "inmediatamente" informado tras conocerse en Vaticano el hallazgo del cadáver del prelado, secuestrado el pasado 29 de febrero en Mosul, a 400 kilómetros al norte de Bagdad.

El Pontífice, añadió Lombardi, hace voto para que "este trágico hecho refuerce, de nuevo y con más fuerza, el compromiso de todos, y en particular de la comunidad internacional, para la pacificación de un país (Irak), tan atormentado".

"Por desgracia, la violencia más absurda e injustificada continúa ensañándose contra el pueblo iraquí y en particular sobre la pequeña comunidad cristiana, a la que tanto el Papa como todos nosotros estamos muy unidos en la plegaria y en la solidaridad en este momento de dolor", agregó Lombardi.

El portavoz vaticano recordó que desde que se conoció el secuestro del prelado el Papa pidió su liberación "y todos hemos rezado esperando la misma".

El pasado domingo, el Pontífice hizo un llamamiento durante el ángelus para la liberación de Bulos Faray Raho y denunció la situación de "tantos iraquíes que continúan sufriendo la violencia ciega y absurda, contraria a los deseos de Dios".

El 29 de febrero, tras conocer el secuestro y el asesinato del chófer y dos guardaespaldas del arzobispo, Benedicto XVI calificó el hecho de "execrable" y pidió a los secuestradores que tuvieran en cuenta "razones de humanidad" y lo liberaran "cuanto antes".

El arzobispo de Mosul fue secuestrado por un grupo de hombres armados que dispararon contra el vehículo en el que viajaba junto al chófer y los dos guardaespaldas cuando pasaban por el barrio Al Nur, en el noreste de la ciudad, a 400 kilómetros al norte de Bagdad.