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Berbel construye una historia de amor en el ambiente hostil de un manicomio del franquismo

EFE

El director de cine José Manuel González-Berbel construye una historia de amor en un ambiente tan hostil como un psiquiátrico franquista en su primera película, "El hombre de arena", que cuenta con la participación de los actores Hugo Silva, María Valverde e Irene Visedo.

En la presentación del filme en Barcelona, González-Berbel, también guionista, ha comentado: "desde un principio pensé que la ley franquista de Vagos y Maleantes podía ser una excusa para situar una historia de amor en un centro psiquiátrico de la época".

Aquella ley, recuerda el director, propició que "mendigos, vagos habituales, homosexuales y diferentes tipos de rufianes fueran considerados peligrosos y sometidos a medidas de seguridad en diferentes instituciones".

Este es el caso de Mateo (Hugo Silva), un espíritu libre que gana unas "perrillas" tocando la gaita, lo que irrita a un poderoso del pueblo en el que vive y le lleva directamente a un "manicomio" extremeño, regido por un implacable director y su particular "método".

El actor Hugo Silva, popular por su participación en la serie televisiva "Los hombres de Paco" y que afrontaba su primer papel protagonista, ha confesado: "me ayudó la documentación que me dio el director sobre cómo trataban aquellos centros a la gente, a los violetas, que era como llamaban a los homosexuales".

Silva, que completó aquella documentación con preguntas a sus padres y abuelos, que vivieron aquella época "de manera consciente", ha definido a Mateo como "un personaje muy bonito, entero y muy humano".

El actor, que ha tenido palabras de elogio para su compañero de reparto, el francés Samuel le Bihan, ha revelado que se emocionó mucho al leer el guión por primera vez, y el director tuvo a Silva en mente desde un principio porque "es un pedazo de actor e iba muy bien para el personaje protagonista".

De Mateo, Silva destaca "su capacidad autodidacta, sus principios y, sobre todo, su curiosidad, que es lo que realmente ha hecho evolucionar al ser humano".

Para el actor, participar en este proyecto fue "muy divertido, aunque la historia que narra es tremenda" y representó "un balón de oxígeno", ya que había acabado la cuarta temporada de "Los hombres de Paco" y de este modo pudo meterse en otro equipo y otro personaje.

A partir de la documentación y de entrevistas a antiguos trabajadores en psiquiátricos, el cineasta construyó su propio centro, con algunas licencias en el tiempo y basándose en el hecho de que no había una norma que obligara a los psiquiátricos a ser iguales y en la práctica cada director establecía su propio reglamento.

De todo el equipo artístico, quien más lejos fue en la preparación de su papel fue el actor Pedro Cebrino quien para interpretar al paciente Sansón estuvo durante dos semanas en un psiquiátrico, con el fin de poder preparar su personaje.

La actriz Ana Ruiz, una de las caras populares del espacio televisivo "Cámara Café", también ha expresado su satisfacción por haber intervenido en esta película: "mi personaje es la llave que abre la puerta de la historia y también la que la cierra".

González-Berbel se ha mostrado satisfecho con la banda sonora del filme, "de tonalidad folk", y ha justificado la elección de la gaita, porque: "no se me ocurrió otro instrumento con un sonido que pudiera molestar más en un pueblo".

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