Este artículo se publicó hace 14 años.
Berlusconi alega secreto de estado en la relación entre el rex responsable del SISMI y Telecom
El presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, estableció que la relación entre el ex "número dos" de los servicios secretos militares (SISMI) Marco Mancini y la compañía telefónica Telecom está protegida por el secreto de estado, informó hoy el diario "Corriere della Sera".
La Fiscalía de Milán había acusado a Mancini de "asociación para delinquir" y "violación de secretos oficiales" junto al ex jefe de seguridad de Telecom Giuliano Tavaroli en el caso de una red de espionaje que afectó a políticos, periodistas, empresarios y a personajes del mundo del espectáculo en 2006.
La indicación de Berlusconi llega después de que la jueza Mariolina Panasiti realizara una "interpelación" al Ejecutivo, como prevé la ley italiana en los casos en que el imputado alegue no poder defenderse sin violar un secreto de estado, para confirmar la naturaleza de esas relaciones, después de que Mancini se amparara en ese supuesto en un interrogatorio.
En respuesta a esa interpelación, Berlusconi estableció que la relación de Mancini con Telecom se encuentra protegida por el secreto de estado.
Al ser interrogado por la jueza sobre su relación con algunos de los imputados en el caso como Tavaroli, el investigador privado Emanuele Cipriani y el ítalo-americano ex agente de la CIA John Paul Spinelli, Mancini respondió que se trataba de un secreto de estado.
Asimismo, también alegó el secreto de estado al ser preguntado si alguna vez había tenido relación con Marco Tronchetti Provera, que en aquella época era el presidente y mayor accionista de Telecom.
Tronchetti Provera nunca ha sido investigado por la Fiscalía por este caso de escuchas ilegales.
Mancini se declaró inocente de todos los delitos que se le imputan, en especial el de haber sacado de los archivos del contraespionaje militar, noticias que supuestamente después vendía a Tavaroli y a Cipriani.
Los fiscales del caso objetaron que no existe secreto de estado, puesto que la imputación a Mancini resulta de relaciones institucionales supuestamente mantenidas con Cipriani y Tavaroli, y no concierne a la divulgación de hechos bajo secreto de estado.
A pesar de esas objeciones, Berlusconi confirmó, en respuesta a la interpelación de la jueza, que el secreto de estado existe en este caso.
Una situación similar tuvo lugar en el caso del secuestro del ex imán Abu Omar, por el que fueron condenados 23 agentes de la CIA.
Mancini estaba acusado del secuestro del ex imán junto a otros miembros de los servicios secretos italianos, pero el proceso abierto contra él fue suspendido por imposibilidad de proceder después de que el Ejecutivo declarara el secreto de estado.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.