Este artículo se publicó hace 15 años.
Berlusconi busca el perdón en las urnas tras el escándalo
En Italia se habla más de las compañías femeninas de Il Cavaliere que de Europa
Las elecciones europeas se han convertido en Italia en un test sobre los efectos del caso Noemi en la popularidad de Silvio Berlusconi, más que en una ocasión para decidir el futuro del Parlamento de Estrasburgo. El primer ministro italiano está obsesionado por conseguir un gran resultado, de más del 40% de los votos, para demostrar que los italianos están con él a pesar de sus juergas en Cerdeña y sus llamadas telefónicas a la modelo adolescente, Noemi Letizia.
En cambio, Dario Francheschini, líder de la principal fuerza de la oposición, sólo aspira a mantener unido al Partido Demócrata y, de paso, salvaguardar su futuro como secretario general. Los dos rivales se medirán también en las elecciones que se celebran el mismo día en la mitad de provincias y municipios italianos.
"La estrategia de odio de la izquierda se volverá contra ella", augura Berlusconi, quién todavía no las tiene todas y se pregunta cuántos de sus votantes católicos o mujeres traicionadas por sus maridos van a seguir a su lado.
"La estrategia de odio de la izquierda se volverá contra ella"A Il Cavaliere le puede robar votos la Liga Norte, en ascenso después de sus últimos éxitos: la aprobación de la Ley del Federalismo Fiscal y la expulsión a Libia de centenares de inmigrantes sin papeles. Pero, fiel a su estilo, el primer ministro dispara muy alto y asegura que si obtiene muchos votos, puede conseguir ser el partido con más escaños dentro del Grupo Popular Europeo, lo que permitiría nombrar como presidente a su hombre fuerte en Europa, Mario Mauro.
Es un desafío complicado, pero posible si la CSU alemana no consigue representación y la izquierda italiana se atomiza. Para lograrlo, Berlusconi se presenta como cabeza de cartel, aunque no piense ni remotamente dejar su cargo para ir a Estrasburgo. En eso le imita Antonio di Pietro, líder del centrista Italia de los Valores.
Franceschini, en cambio, prefiere la coherencia en las listas. Pero tampoco él habla mucho de las europeas: su campaña está centrada en recuperar a los votantes desencantados de la izquierda. "Entiendo la desilusión, pero no es el momento de entregar el país a Berlusconi", proclama.
Hay partidos que ni siquiera se han molestado en elaborar un programa electoralEl dirigente que se atrevió a liderar el PD tras la dimisión en febrero de Walter Veltroni se contentaría con obtener un 25% de los votos. Le preocupa el daño que le pueda infligir Di Pietro. Otros dos partidos se disputan el voto de la izquierda, Refundación Comunista e Izquierda y Libertad. Se presentan por separado a pesar de que corren el riesgo de quedar por debajo del 4% de los votos, umbral mínimo para obtener representación.
Quien casi seguro que quedará fuera de Estrasburgo es uno de sus partidos más activos, el Radical. Y eso que su líder, Marco Pannella, ha iniciado una huelga de hambre para llamar la atención del elector. Su drástica decisión responde a que los partidos pequeños no tienen oportunidad de explicar sus propuestas. En la televisión, no se habla de la campaña y sólo algunos periódicos menores cubren las elecciones sistemáticamente. Hay partidos que ni siquiera se han molestado en elaborar un programa electoral, como el de Berlusconi, que se ha limitado a añadir un párrafo al programa del Partido Popular Europeo.
Pocas mujeresAl final, Berlusconi sólo presenta en las listas a una mujer famosa del mundo del espectáculo, Bárbara Matera. Ha habido mucho ruido y pocas nueces, porque la casi totalidad de los partidos coloca al tercio obligatorio de candidatas femeninas, exuberantes o no, en lugares secundarios de las listas.
Los partidos del centro derecha no presentan a ninguna mujer como cabeza de lista en las cinco circunscripciones. Más igualitario es el centro-izquierda. Izquierda y Libertad presenta a tres cabezas de cartel, Refundación Comunista, a dos y el PD, a una.
Está por ver el trabajo real de los elegidos. Entre los 20 diputados más absentistas del Parlamento Europeo, la mitad son italianos, a pesar de que la pasada legislatura eran, junto a los austríacos, los políticos mejor pagados del hemiciclo.
La FiscalíaLa fiscalía de Roma ha contentado a Berlusconi y ha secuestrado las fotos de sus fiestas en Cerdeña, pero en cambio está indagando si abusó de su cargo al traerse a las chicas a la isla en vuelos oficiales. La polémica se ha desatado al conocerse que una de las fotos confiscadas muestra al cantante que anima las fiestas de Il Cavaliere, Mariano Apicella, recogiendo sus bártulos de un avión estatal. Para Antonio di Pietro, de Italia de los Valores, el primer ministro actúa como si fuera Bettino Craxi, el histórico dirigente socialista que acabó sus días en Túnez huyendo de procesos de corrupción. Para Berlusconi, todo son calumnias. Los expertos ven difícil que se le procese, porque el Gobierno aprobó un reglamento muy liberal respecto a qué tipo de personas pueden utilizar vuelos oficiales.
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