Este artículo se publicó hace 16 años.
Bermejo achaca las reformas en su vivienda a deficiencias estructurales por una infiltración de agua
El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, dijo hoy en rueda de prensa que la vivienda de patrimonio del Estado donde reside tuvo que ser reformada por una infiltración de agua de "una enorme terraza que circunda todo el edificio" y que ha provocado deficiencias estructurales y un deterioro importante en paredes y suelo.
El candidato socialista por Murcia manifestó, tras entrevistarse con representantes agrarios de esa comunidad, que ha estado una semana con una bronquitis aguda, lo que le ha impedido dar una explicación sobre este asunto.
Atribuyó la polémica en torno a la vivienda a que "estamos en precampaña y se empieza a manipular todo lo que se puede", y advirtió que desde que salió publicada hace una semana "no ha estado desaparecido" como algún político de la oposición afirmó, sino que ha estado en la cama, con fiebre muy alta "y a base de antibióticos".
Advirtió que la vivienda de su propiedad se encuentra en un pueblo del municipio de Madrid, "que es donde residía feliz" hasta que los servicios de seguridad del Ministerio del Interior le aconsejaron que la dejara porque "no podía vivir allí ni un minuto más", ya que la seguridad no se podía garantizar.
Por ello, el Ministerio de Justicia buscó un piso de Patrimonio del Estado para Fernández Bermejo, una vivienda que, según dijo, él no eligió, sino que era la que quedaba libre y que se encontraba adscrita al ministerio de Administraciones Públicas, y que una vez que fue evaluada por técnicos del ministerio de Justicia, éstos observaron deficiencias y deterioro "producto de mucho tiempo de uso, desde el año 1983, con partes que no se habían tocado desde entonces".
Los técnicos del Ministerio de Justicia hallaron una infiltración de agua procedente de una terraza de un metro de ancho que circunda todo el edificio y que ha obligado a realizar una obra de infraestructura en el piso, que ha supuesto el levantamiento de todo el inmueble para proceder a su saneamiento, incluidas todas las conducciones de agua, y para subsanar la humedad, que llegó a afectar al piso inferior.
Fernández Bermejo, que dijo que sólo entró al piso cuando estuvo arreglado, manifestó que se trata de una vivienda "normal y corriente en la que se han hecho las obras que se requerían", y comentó que esta explicación, la primera que da sobre la polémica, la hubiera dado "mucho antes" si no fuera por la fiebre que se lo impedía.
Preguntado por la petición de dimisión que ha formulado el PP debido a este asunto y que esta formación política iba a llevar el caso al Tribunal de Cuentas, Fernández Bermejo respondió que "se sabe sobradamente que carece de recorrido" tal denuncia porque las obras en la vivienda fueron aprobadas por la intervención delegada del Estado, "y no se trata de unas obras que se hayan hecho sin control; todo lo contrario, están perfectamente controladas".
Indicó que se trata de un piso de más de 220 metros cuadrados de superficie, por lo que levantar sus suelos e intentar sanear todas sus conducciones de agua "cuesta mucho dinero", y recalcó que "es uno de esos pisos muy grandes donde cualquier obra que se afronte tiene la dimensión correspondiente al piso".
Para el ministro, levantar los suelos o sanear todas las conducciones de agua, que estaban en condiciones de deterioro, o arreglar los problemas de filtraciones que se produjeron durante seis años supone "una acción muy contundente que tiene que ver con las estructuras, y eso cuesta efectivamente dinero".
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