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Berta Serra dice que los españoles han sido pioneros en la trata de esclavos

EFE

Después de leer un libro sobre la trata de esclavos, la escritora catalana Berta Serra Manzanares sintió una fascinación repentina por el tema y empezó a documentarse profusamente hasta concluir que "los españoles fuimos pioneros en eso" y que debía plasmarlo en forma de novela.

Acompañada por el editor de Anagrama, Jorge Herralde, Serra, autora de la celebrada ópera prima "El otro lado del mundo", ha presentado hoy "Los ojos del huracán", de casi 500 páginas, en el que describe la sociedad colonial española de la Cuba de mediados del siglo XIX y el fenómeno de la esclavitud y los negreros catalanes.

Herralde ha mantenido durante el acto que el Institut Ramon Llull debería apoyar esta obra "catalanísima escrita en castellano".

Reconociendo que antes de tropezar con la cuestión de la compraventa de seres humanos no "sabía nada" de la misma, Serra Manzanares empezó a visitar bibliotecas y a descubrir pequeñas perlas como que en el año 1846 el huracán Francisco de Borja azotó La Habana u otros aspectos anecdóticos de la vida en la ciudad caribeña en el siglo XIX.

Situada en la época, se desprendió de una visión demasiado historicista y fueron apareciendo los numerosos personajes que pululan por el relato, desde Conrado Grau a su prima Clara Martí, con la que se casará en Cuba, donde ella acabará, sin escrúpulos, sobreviviendo en un mundo de hombres.

En este gran friso de La Habana del XIX, en palabras de Herralde, el lector conocerá los viajes de algunos catalanes a Cuba, en un momento en el que aspiraban a "hacer las Américas" y que en la mayoría de las ocasiones pasó por la trata de esclavos, provenientes de África, para que trabajaran en las plantaciones de caña de azúcar, ante la gran demanda internacional de este producto.

La escritora, nacida en Rubí (Barcelona) en 1958 y profesora en un instituto de Terrassa (Barcelona), ha explicado que es un texto con amores, desamores, barcos, persecuciones en el mar, muertos, asesinatos e incluso con la llegada de los primeros chinos a Cuba en sustitución de los negros africanos.

"Se trata de una novela narrada con muchas voces, porque si hablaba de la trata de esclavos no podía hacerlo pidiendo perdón. Además, lo que me interesa cuando escribo es salir de mi piel y ser otra, lo más maravilloso de este oficio", ha recalcado.

Incidiendo en la cuestión, la autora ha mantenido que si sus personajes debían comprar y vender personas y pegarles un latigazo de vez en cuando, o tirarlos por la borda del barco 'Barcelona', ella no podía mostrar sus sentimientos, ni su moral, "debían ser ellos los que debían explicarse desde su punto de vista, sin ningún complejo y sin ninguna lástima".

Ha continuado que algunas personas de la clase social alta creían que "era mejor ser negro en La Habana que trabajador blanco en determinadas fábricas de Europa".

Tras afirmar que las palabras le "fascinan" y que escribe "sin prisas", ha aseverado Serra Manzanares que para terminar de armar este artefacto literario viajó en varias ocasiones a Cuba, la primera de ellas en el año 2004 para documentarse sobre el terreno y conocer olores y colores del lugar.

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