Este artículo se publicó hace 17 años.
Bhutto pide la dimisión de Musharraf y unir fuerzas contra el estado de excepción
Confinada en una vivienda de Lahore (este), la ex primera ministra de Pakistán Benazir Bhutto pidió hoy la dimisión del presidente, Pervez Musharraf, e invitó a todas las fuerzas opositoras a crear una gran "coalición de intereses" para hacerle frente.
Desde la residencia en la que se encuentra arrestada, Bhutto instó a Musharraf a abandonar la jefatura del Ejército y la presidencia del Estado, ya que estima que, con su decisión de declarar el estado de excepción, ha acabado "con la hoja de ruta de la democracia".
La casa que acoge a la dirigente está rodeada desde anoche por las fuerzas de seguridad, que, con la excusa de protegerla esgrimiendo "amenazas concretas contra su vida", en realidad buscaban impedir su participación en una marcha convocada para hoy en protesta contra el estado de excepción.
La protesta auspiciada por la formación de Bhutto, el Partido Popular de Pakistán (PPP), partió hoy de Lahore, en una caravana compuesta por unos 200 vehículos, según declaró a Efe el secretario general de la formación en la región del Punjab, Ghulam Abbas, que denunció la detención de "miles" de activistas en los últimos tres días.
Encabezado por el presidente del partido en la región, Shah Mahmood, el convoy de protesta quiere cubrir los 270 kilómetros que separan Lahore de Islamabad pese a un gran despliegue policial.
"El Gobierno ha intentado obstaculizar la marcha, pero nosotros continuaremos", declaró a Efe Abbas.
Mientras, Bhutto descartó mantener conversaciones con el presidente paquistaní, en referencia al acuerdo de poder compartido que negociaban desde hace meses, y mantuvo que Estados Unidos "ha hecho bien en presionar a Musharraf para que restaure la Constitución".
Bhutto regresó el pasado 18 de octubre a Pakistán poniendo fin a casi nueve años en un exilio voluntario para huir de la justicia, después de haber llegado supuestamente a un acuerdo de reparto de poder con Musharraf, pero el diálogo se rompió con la declaración del estado de excepción.
En su nuevo papel, la ex primera ministra pidió hoy la participación de "todos" en la manifestación, concebida como "una marcha de libertad para salvar" a Pakistán "de los extremistas".
Sin embargo, ella misma no pudo acudir: en el exterior de la casa se hallan desplegados cientos de policías, con barricadas en las calles de acceso y vallas de alambre para asegurar que la zona quede aislada.
"La casa es ahora una cárcel", dijo a la cadena de televisión Geo Tv el jefe de policía Ayaz Salim.
A pesar de las medidas de seguridad, a primera hora de hoy hubo algunos choques entre las fuerzas de seguridad y varios activistas que portaban pancartas contra Musharraf y trataban de acercarse a la vivienda.
El encierro de la líder no le ha impedido multiplicar sus declaraciones a los medios de comunicación, y de hecho Bhutto instó hoy a todas las fuerzas opositoras a crear una "gran coalición de intereses" contra la "dictadura militar" de Musharraf.
"Me gustaría ver una coalición unida, es necesaria una coalición contra Musharraf", afirmó la ex primera ministra en declaraciones al canal de televisión "Dawn".
La líder del PPP extendió su invitación para un "consenso nacional" a todos los partidos de la oposición, incluida la alianza islamista Muttahida Majlis-e-Amal (MMA), pese a reconocer que con esta formación ha mantenido diferencias en el pasado.
Y además, Bhutto dijo que es necesario garantizar la celebración de elecciones "limpias y libres", y sostuvo que su partido mantiene "reservas" sobre el actual proceso electoral.
Su formación, según el dirigente Shah Mahmood, se plantea de hecho boicotear los comicios, previstos para enero, en el caso de que se celebren sin que haya terminado antes el estado de excepción.
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