Este artículo se publicó hace 12 años.
Biodetectores de explosivos, la última novedad de la industria israelí
Biodetectores de explosivos, cercas cada vez más inteligentes, interceptores de comunicaciones y programas de análisis de riesgo son algunas de las innovaciones que la industria israelí expone en la Conferencia de Seguridad Interior (HLS), en la que la palabra clave parece estar en la "integración de sistemas".
"Desde que hace años se rompió la barrera de la información electrónica y las comunicaciones, la esencia de los nuevos sistemas es 'integración': integración de dispositivos, integración de información... todo lo que sea posible para agilizar la seguridad", aseguró a Efe Sharon Melamed, ingeniero electrónico del Servicio Israelí de Prisiones.
Con una simple maleta portátil que combina ordenador, teléfono y conexiones por satélite, el oficial expone al público visitante cómo cualquier jefe de policía puede supervisar lo que ocurre en las instalaciones y zonas bajo su responsabilidad desde cualquier lugar del mundo.
Un sistema de fabricación propia con versiones parecidas en todos los servicios de seguridad y emergencia israelíes, y al que con el paso del tiempo se le van acoplando las nuevas tecnologías.
Más de 60 empresas privadas y organismos públicos israelíes exponen estos días en Tel Aviv sus últimas innovaciones en una feria que acompaña la II Conferencia de Seguridad Interior de Israel, en la que participan cientos de expertos privados y 60 delegaciones oficiales de todo el mundo.
"Sin que haya grandes innovaciones y con muchos de los productos que ya están en uso en España, la feria es un éxito de convocatoria", coinciden en señalar los españoles José María Rodríguez Calderón, subdirector general de Logística en la Dirección General de la Policía, y Luis de Eusebio Ramos, asesor del director general.
Las tecnologías españolas, aseguran ambos, no tienen nada que envidiar a lo expuesto en esta feria, que busca en todo momento fomentar las exportaciones israelíes a otros mercados.
Y es que convocada por el Instituto de Exportaciones de Israel y el Ministerio de Seguridad Interior, la HLS se ha convertido en sólo dos años en una muestra más del decisivo apoyo que el sector privado de la seguridad israelí recibe de su gobierno.
Todo para vender los constantes desarrollos de una industria convertida en la última década en la cuarta exportadora de sistemas de defensa y seguridad del mundo, con más de 7.000 millones de dólares anuales, un 75 por ciento más que hace sólo seis años.
La HLS, dedicada exclusivamente a seguridad interior y en la que desde ayer los participantes debaten sobre asuntos tan, en principio, banales como "Policía y Comunidad" y tan complejos como "ciberterrorismo", expone la creciente conexión entre la industria de defensa y la de la seguridad desde los atentados del 11-S.
"Hoy a través de las comunicaciones e internet se puede provocar un daño de alcance nacional mayor al de una guerra", comentó a un cliente potencial uno de los expertos en interceptación de telecomunicaciones.
Los transportes de masas -como dejaron patentes los atentados de Nueva York en 2001, Madrid en 2004 y Londres en 2005- son otro de los blancos más vulnerables a los que los estados aportan más recursos y a ellos la HLS dedica muchos de sus productos.
En este campo, los tradicionales detectores de metales han dado paso a tecnologías para la detección de circuitos conductores (necesarios, por ejemplo, para hacer estallar un explosivo escondido en un zapato), a la detección de partículas químicas sospechosas (el conocido paño en casi cualquier aeropuerto) y, más recientemente, a la "biodetección", el invento más revolucionario de la feria.
Producido por la firma BioExplorers, del conocido grupo Tamar, el "Gate System" recurre al eficaz olfato de los roedores para detectar explosivos.
"El sistema se basa en el principio de 'alerta', es decir, que el animal aprenda a reaccionar y protegerse de peligros potenciales", explicó a Efe Israel Alva, uno de sus dos inventores, delante de un laboratorio de adiestramiento y el prototipo de un estrecho túnel de viento.
Una corriente de aire que emana desde unos orificios en la pared izquierda es absorbida por la de la derecha, trasladando el "aroma" de la persona que pasa por él a ocho roedores que reaccionan de una u otra forma.
En sólo 5 a 10 segundos la pantalla del dispositivo dará luz verde al pasajero o hará saltar las alarmas.
"Su eficacia es superior al 99 por ciento, es rápido y adaptable a cualquier producto que pida el cliente, no sólo explosivos", agrega Alva, que durante años trabajó en el adiestramiento de animales en el Ministerio de Defensa.
Pero más allá de alentar las exportaciones israelíes, otro de los objetivos de la Conferencia que oficialmente clausurará hoy el presidente israelí, Simón Peres, es servir de puente a la cooperación internacional y a los expertos.
"La cooperación internacional nos trae a todos muchos beneficios, desde el intercambio de información a proyectos I+D con otros países", dijo a Efe Eliezer Rozenbaum, subdirector general del Ministerio israelí de Seguridad Interior.
Una información y un conocimiento, abunda el funcionario al recordar recientes acuerdos en esta materia firmados entre Israel y España, que se traducirán eventualmente en "una mejoría de las capacidades operativas" de todos los cuerpos de seguridad del mundo.
Elías L. Benarroch
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