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Björk estrena la compostelana Ciudad de la Cultura como escenario musical

EFE

La cantante islandesa Björk estrenó hoy la compostelana Ciudad de la Cultura como escenario musical en un concierto, el único que ofrece en España, de su gira con el espectáculo "Cosmogony" y que reunió a unas cinco mil personas, según los organizadores.

Björk, acompañada de una docena de coristas y de cuatro músicos, interpretó varios temas de su último trabajo, "Biophilia", así como otras canciones de su repertorio, incluidos los principales éxitos, tales como la canción "Declare Independence", una himno de exaltación a la emancipación en el que recurrió a fuegos artificiales virtuales.

Con la voz recuperada, tras una inflamación de un nódulo en las cuerdas vocales que le obligó a cancelar varios conciertos en Europa y Latinoamérica, la cantante exhibió su talento y conquistó a sus fieles, aunque una parte del público desapareció antes del final del concierto con el progresivo descenso de temperaturas.

Seguidores de la cantante y letrista procedentes de Madrid, Barcelona, Sevilla y de otros puntos de la península ibérica, incluido del vecino Portugal, así como de varias localidades gallegas, acudieron al concierto, algunos de ellos arropados con mantas para superar un frío poco veraniego.

Björk integró su música electrónica y voltáico sonido en la estilizada atmósfera de la todavía vacía Ciudad de la Cultura, un ambicioso proyecto inacabado del arquitecto estadounidense Peter Eisenman que las autoridades gallegas pretenden impulsar, pese a los recortes presupuestarios.

El escenario, colocado entre algunos de los edificios ya concluidos, aunque aún exentos de contenido, y la fría atmósfera exterior poco veraniega, iluminó por una noche el conjunto arquitectónico, que por primera vez atrajo a una pequeña multitud.

Entre la veintena de temas que interpretó Björk destacaron "Thunderbolt", con espectaculares descargas eléctricas en base a bobinas de Tesla, del nombre de su inventor Nikola Tesla, con otros más poéticos y propios de los mares del norte.

Björk, que combina un repertorio evocador del movimiento hippie, aunque con sofisticación tecnológica, utilizó también composiciones con sintetizadores y recursos audiovisuales de inspiración celestial o con mensajes medioambientalistas, tanto de fondos marinos como de ríos de lava y paisajes naturales de los géiseres.

La canción "Moon", que coincidió con el cuarto creciente del atardecer compostelano, conmovió a sus simpatizantes y al público que acudió por primera vez a su espectáculo.

La artista recurrió también en varios temas a música producida mediante ordenador a través de tabletas Ipad, una modalidad que ha suscitado expectación entre los aficionados a la tecnología, pero poco convincente para el público de diversas edades y generaciones que coincidió en ese espacio.

La Ciudad de la Cultura, situada en la cima del monté Gaiás, en las afueras de la capital gallega, se convirtió por una noche, precisamente la de celebración del día de la música, en un foco de peregrinaje de aficionados a la diva islandesa, pero también de curiosos interesados en descubrir el potencial de ese nuevo escenario musical.

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