'Reformas' y voluntad 'reformista' del Gobierno fueron las ideas que más repitió ayer el ministro de Fomento, José Blanco, en el desayuno informativo organizado por Europa Press. Tras la reforma laboral, que Blanco admitió que 'no será suficiente para resolver todos los problemas de empleo' pero que 'allanará mucho el camino', llegará el impuesto para los ricos. El ministro dio la pista sobre el plazo para concretarlo: 'Cuando concluya el proceso' de aprobación de la reforma laboral 'empezaremos a trabajar en los Presupuestos Generales del Estado' y 'en ese ámbito' pueden entrar esa y otras medidas.

Las pensiones serán la siguiente parada, porque la reforma de este sistema 'no es urgente' pero 'sí es absolutamente necesaria'.

Como reflexión, Blanco expuso que 'las comunidades autónomas deberían recaudar sus impuestos' para acabar con la 'hipocresía de que el Estado recauda y otros malgastan'.

En la línea de buscar la máxima eficiencia en el gasto de Fomento, Blanco ratificó que algunas líneas ferroviarias, como la de Madrid-Burgos, se eliminarán si hay transporte alternativo. 'Mantener la red convencional nos cuesta 900 millones al año', dijo el ministro, y añadió que 'de verdad, esto no da para más'.Además, Blanco no descartó la idea de sacar a concesión para que sean gestionadas por empresas privadas líneas convencionales o de AVE.

A las aerolíneas no les dará ayudas por la nube volcánica porque estas pérdidas del sector se compensan con el beneficio logrado por otras empresas turísticas.