Blasco asegura que la progresión de visitas es la más rápida de las expos

Las cifras de visitantes de esta primera semana a la Exposición Internacional Zaragoza 2008 son "magníficas", con la progresión "más rápida que se ha conocido en ninguna Expo", según afirmó hoy el director general de Operaciones y Contenidos de Expoagua, Jerónimo Blasco

Aunque reconoció que la apertura el pasado fin de semana fue "más suave" de lo se pensaba, porque se esperaba una avalancha por la curiosidad, los datos desde el lunes hasta ayer están en el objetivo marcado para los días laborables, lo que hace pensar a Expoagua que se logrará la cifra prevista de 6,5 millones de visitas e incluso se superará.

Así lo afirmó en una rueda de prensa para hacer balance de los primeros cinco días de la Expo, en la que especificó que el lunes el número de visitantes fue de 26.582, el martes de 37.610 y ayer, miércoles, de 46.755.

Pero su optimismo se basa en la compra anticipada de entradas, que continua muy alta, dijo, ya que sólo en mayo y junio fue de 500.652, muchas de ellas de tres días, y en que es ahora cuando "empieza a despertarse" la venta a través de operadores turísticos, que en principio se comprometieron con una venta por valor de 4,5 millones de euros y ya se sitúa en 8 millones.

"Esto va como una bala", opinó Blasco, quien recomendó a los visitantes que acudan al recinto cuanto antes y no se reserven para el final, porque habrá "días con apreturas" y a partir de 90.000-100.000 visitas "probablemente habrá que cerrar la puerta".

Otro indicio para el optimismo es la nota media que los usuarios dan en las encuestas diarias que hace la Expo, con un ocho, y eso se transmite y produce un aumento de visitas, como ha ocurrido en otras ocasiones, así como la repercusión mediática y la impresión que tienen los países participantes del rápido arranque.

La Torre del Agua, el Acuario Fluvial y los pabellones Puente, de España, de Aragón, de Japón o Kuwait son los espacios con más visitas, así como las plazas temáticas del "Faro" y "Sed".

Blasco concretó algunas cifras de visitas de ayer, entre ellas a la Torre del Agua (12.836), el Pabellón Puente (9.191), el pabellón de África (5.090), de Latinoamérica (5.563), el Faro (8.200) y Sed (7.934).

Precisamente las colas en el Acuario son de las más largas porque está teniendo un "éxito clamoroso" y la Expo, apuntó, ha decidido poner en marcha desde mañana, de forma experimental, un sistema de reserva previa de entrada como el que tienen otros pabellones, y según su funcionamiento, podría ser definitivo. Además hoy ya se han instalado más sombrillas para reducir el calor durante las esperas.

También se ha decidido adelantar la hora final de los espectáculos que producen más ruido para compatibilizar la "Expo noche" con el descanso de los vecinos de los barrios más cercanos al recinto (Almozara y Actur), de forma que de domingo a jueves no podrán terminar más tarde de las 00.45 y los viernes y sábados de la 01.30, aunque las actuaciones continuarán hasta las 03.00 horas en espacios que generan menos molestias.

Además, se ha reducido el volumen de la megafonía, se han redireccionado los altavoces y se han prohibido "terminantemente" los ensayos fuera del horario de apertura de la Expo, agregó Blasco.

En ese aspecto, comentó que los visitantes pueden ver ya los ensayos generales del espectáculo "Iceberg", que se canceló como inauguración de la Expo y que se estrenará el sábado a las 22.30 horas.

Otro de los ajustes que ha tenido que hacer la Expo es habilitar un acceso directo al aparcamiento sur, desde la Estación Intermodal, al detectarse que era difícil de encontrar, pero subrayó que no se va a bajar el precio de los estacionamientos, con "tarifa plana" de 12 euros, porque persigue disuadir del uso del vehículo particular, algo que se está consiguiendo.

En ese sentido, destacó que la puerta más utilizada es la de la Torre del Agua, por la que entran los grupos (39%), seguida de la del Ebro (36%) y la del Pabellón Puente (25%), lo que evidencia que los usuarios prefieren acudir al recinto a pie para conocer de paso la transformación de las riberas del Ebro.