La bloguera María Amelia, autora del blog A mis 95 años, se siente "decepcionada" ante los "chanchullos" que, asegura, hubo con las votaciones para elegir el mejor blog en español de la cadena de televisión alemana internacional "Deutsche Welle" (DW), que se fallará mañana.

En declaraciones a Efe, María Amelia explicó que cuando ya contaba con el 80 por ciento de los votos "un problema informático" causado por un pirata desbarató todo" e invalidó muchos de los apoyos, por lo que ahora, a pesar de que sigue en cabeza, cuenta con tan sólo el 22 por ciento, a tan sólo un punto de la bitácora Bestiaria de la que es autora una argentina.

Por eso, la nonagenaria internauta cree que Deutsche Welle "debe tener una forma de arreglarlo", porque "aunque soy mayor la cabeza me discurre", enfatiza.

"El que dirige esto sabe que fui la más votada por mucho" asegura sin modestia antes de argumentar indignada que "mis blogueros", como llama Maria Amelia a los internautas que visitan su bitácora "me dieron muchos puntos".

Aunque ha perdido parte de la ilusión por el posible premio, si finalmente mañana se hace con el galardón, reconoció a EFE que lo aceptará "con gusto".

Recordó que su singladura por la red comenzó cuando, en su 95 cumpleaños -cumplirá 96 el próximo 23 de diciembre-, su nieto le regaló un blog para que ella comentase sus vivencias y no se sintiese tan sola puesto que, a su edad "tenía la moral caída" porque todas sus amigas habían fallecido.

Desde entonces confiesa que esta enganchada: "soy adicta a Internet y la banda ancha me entusiasmó. Me abrió una nueva ventana al mundo en la que puedo aprender muchísimas cosas.

Navega siempre que puede y su blog, que elabora desde una aldea de las Rías Baixas (Galicia) cuya localización prefiere no desvelar, recibe visitas de todas partes del mundo, algo que le sorprende puesto que, como ella misma asegura, "¡quién me iba a decir a mi que con 95 años iba a ser universal!".

El caso de María Amelia ha despertado la curiosidad de muchísimas personas en todo el planeta y desde países tan lejanos como Rusia, Estados Unidos o Japón, desde donde la han visitado periodistas y curiosos, e incluso le han enviado regalos.

Asegura sentirse "triste" por no poder contestar a los millares de cartas que recibe casi cada día en infinidad de idiomas puesto que, además del número, algunas, como las que le llegan en chino o japonés, no puede traducirlas por lo que agradecería muchísimo que cualquier persona que conociese estos idiomas pudiese ayudarla.

María Amelia ha descubierto muchas cosas desde que comenzó a navegar, incluso algún país, como Tailandia del que, antes de que le escribiese uno de sus seguidores, apenas había oído hablar.