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Las bolsas de España e Italia se hunden y la prima se dispara

El Ibex 35 pierde un 3,89% y la prima de riesgo se dispara hasta los 398 puntos básicos

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En vez de ejercer de extintor que apague un fuego de cada vez mayores proporciones, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha arrojado litros de indefinición que sólo han servido para avivar las llamas sobre la eurozona.

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Trichet, que ha anunciado una inyección de liquidez extraordinaria a los bancos, ha sido incapaz de concretar si el BCE comprará bonos españoles e italianos, cuyas economías están sufriendo con mayor crudeza el ataque de los especuladores. Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. El máximo responsable de la institución ha arrojado una sombra de duda que el mercado no ha digerido nada bien.

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El Ibex-35 ha caído en picado tras la comparecencia de Trichet. La jornada ha estado definida por los tímidos verdes: subidas de apenas unas décimas durante la mañana que auguraban un cierre plano. Sin embargo, a primera hora de la tarde se ha encendido el piloto rojo, que no se ha apagado hasta el cierre. La bolsa española ha caído un 3,89%, hasta 8.686,50 puntos, perdiendo la cota psicológica de los 9.000.

No ha sido una excepción: Milán ha perdido un 5,16%, Londres se ha dejado un 3,43%, París ha retrocedido un 3,9% y Fráncfort un 3,4%.

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La prima de riesgo española—diferencial a 10 años con el alemán, considerado el más estable— ha corrido una suerte pareja. Tras bajar hasta los 360 puntos a lo largo de la mañana, se ha disparado hasta flirtear otra vez con los 400 puntos básicos después de la intervención de Trichet. Finalmente ha cerrado en 398 puntos, con un rentabilidad del 6,28%  frente al 2,3% del bono alemán.

Peor le ha ido al bono italiano ha sufrido su peor jornada desde la creación del euro: el diferencial a 10 años frente al alemán ha alcanzado los 392 puntos, el remate al 5,16% que se ha dejado la bolsa milanesa.

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Y todo pese a que el día había arrancado con optimismo: el Tesoro tenía que pasar la venta de bonos a tres y cuatro años, la primera subasta celebrada después de que la prima de riesgo hubiera tocado, a principios de semana, los 400 puntos básicos. La prueba la ha pasado con nota gracias a una fuera demanda, que ha duplicado la oferta. Se han adjudicado 3.300 millones de euros en bonos a tres y cuatro años, pero a costa de elevar el interés al 4,8% y el 5,05%, respectivamente. No se alcanzaban estos niveles  desde 2008.

Ningún movimiento ha conseguido inyectar una mínima confianza en los mercado. Tampoco ha contribuido a ello el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien ha admitido que las últimas medidas acordadas por los gobiernos comunitarios no han logrado el efecto deseado en los mercados y que la crisis de la deuda ya no se limita "a la periferia de la zona euro". "Los desarrollos en los mercados de bonos soberanos de Italia, España y otros Estados miembros de la zona euro son causa de una profunda preocupación", ha señalado.

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Otra de las causas que explican la mala jornada de las bolsas europeas ha sido el transcurso por territorio negativo de Wall Street, que al cierre de la sesión ha visto como su principal indicador, el Dow Jones, se desplomaba un 4,31%, perdiendo 512,53 puntos para alejarse todavía más de la cota psicológica de los 12.000 puntos.

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