Este artículo se publicó hace 16 años.
Bono, elegido presidente del Congreso sin el apoyo de los nacionalistas
El socialista José Bono ha sido elegido hoy presidente del Congreso de la novena legislatura, en una sesión plenaria en la que ha sido necesaria una segunda votación para ese cargo debido a que los diputados de los diversos partidos nacionalistas le han negado su apoyo.
Bono, que se ha convertido así en el primer presidente del Congreso en la etapa democrática que no ha sido elegido en primera vuelta y que ha tenido que recurrir a una segunda ronda para pasar el corte con mayoría simple, se ha comprometido en su primera intervención como tercera autoridad del Estado a atender a todos por igual, especialmente a las minorías.
"En ser justo es en lo que comprometo el honor que hoy me otorgan", ha subrayado Bono en un discurso con el que ha dado por constituida la Cámara Baja y en el que ha asegurado que la diversidad es un hecho, "pero la igualdad es el derecho principal".
A las diez de la mañana ha comenzado el pleno del Congreso con la formación de la Mesa de Edad, la elección de la Presidencia, las vicepresidencias y las secretarías, en votaciones nominales y secretas que se han prolongado hasta primera hora de la tarde.
Con 170 votos a favor, Bono se ha alzado con la Presidencia, con el apoyo de los diputados del PSOE y de, según ellos, los dos de Coalición Canaria (CC) y el único parlamentario de IU, Gaspar Llamazares.
Al tratarse de una votación secreta, no es posible saber exactamente quién ha votado su designación, pero sí se puede deducir que dos diputados del PSOE se han equivocado al introducir en la urna depositada en la Mesa de la Cámara la papeleta correspondiente o conscientemente no han apoyado a Bono.
La socialista Teresa Cunillera es la vicepresidenta primera de la Mesa, donde estará acompañada por Ana Pastor y Jorge Fernández Díaz, del PP, y por Jordi Jané, de CiU.
Ninguno de los cuatro vicepresidentes de la novena legislatura que hoy arranca había formado parte de la Mesa anteriormente.
El diputado del PNV José Ramón Beloki ha sido elegido secretario segundo de la Mesa del Congreso, donde los nacionalistas vascos no tenían representación en la anterior legislatura.
Los diputados han nombrado al diputado socialista Javier Barrero secretario primero, en tanto que Ignacio Gil Lázaro, del PP, ha sido elegido secretario tercero, y su compañera de grupo Celia Villalobos, secretaria cuarta.
Tras la elección de los miembros de la Mesa, los 350 diputados han jurado o prometido sus cargos, y, en el caso de los tres de ERC, lo han hecho "por imperativo legal".
Antes de dar por constituido el Congreso, José Bono ha pronunciado un discurso en el que ha asegurado que asume su cargo con la promesa de atender a todos por igual, especialmente a las minorías, y de ser justo, convencido de que la principal regla de esta Cámara es que "nadie es más que nadie".
Bono, quien ha pedido la "indulgencia" del resto de diputados por los errores que pueda cometer en sus inicios, ha advertido de la necesidad de que los parlamentarios cumplan con rigor su deber.
Precisamente el primer deber del presidente, ha reflexionado, empieza por "serlo de todos, cualquiera que haya sido la confianza otorgada", y atender "con solicitud a todos por igual, especialmente a las minorías".
"Nadie es más que nadie" en el Congreso, donde cada uno "tiene el mismo valor que su vecino o adversario", ha insistido Bono, quien ha juzgado que el carné de un partido no añade nada a quien lo tiene, sino que es "la conducta personal la que honra o deshonra el carné que posee".
Agradecido por la confianza que han depositado en él quienes le han respaldado, Bono se ha propuesto ganarse la confianza de quienes no han puesto su nombre en la papeleta de la votación.
Y aunque no se ha atrevido a pedir a los diputados que mantengan una conducta ejemplar, sí les ha animado a tomar ejemplo de la sociedad española, que tiene "múltiples identidades", que es permisiva, solidaria y generosa, ha dicho.
"Imitemos a la sociedad a la que representamos, tratemos de igualarla en lo que tiene de tolerante, respetuosa y educada", ha emplazado a los parlamentarios, antes de hacer hincapié en que el tumulto "nunca conduce al progreso", porque la palabra es el mejor camino para progresar y la única vía para dirimir las discrepancias.
Durante su intervención, ha tenido palabras de homenaje para el fallecido Gabriel Cisneros, uno de los "padres de la Constitución", y para el diputado socialista Alfonso Guerra, que lleva en las Cortes ininterrumpidamente desde 1977, lo que ha levantado sendas ovaciones en la Cámara.
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