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Botín espera que la próxima crisis no la pagen los contribuyentes y la banca sana

El presidente del Santander reclama que la regulación bancaria en la UE no se centre exclusivamente en ratios cuantitativos con 'exigencias desmesuradas'

EFE

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha pedido este martes que se evite que los contribuyentes y las entidades financieras bien gestionadas vuelvan a soportar los costes de crisis financieras, y ha abogado por minimizar el coste para todos si hay que dejar quebrar una entidad.

Por otro lado, Botín ha advertido de que para ser sostenible en el tiempo, la banca tiene que ser rentable, además de sólida, y ha recordado que el sector ha ganado seguridad, pero ello tiene costes, por lo que espera que de ahora en adelante las entidades se puedan enfocar en la rentabilidad y en contribuir a la economía real.

Una Europa 'más integrada y sólida' ayudará a recuperar la confianza en el euro y en la banca europea, y servirá para romper definitivamente el círculo vicioso entre la deuda soberana y la bancaria, lo que el banquero espera que se produzca en 2014.

Según ha explicado en la apertura de la VI Conferencia Internacional de Banca, organizada por la entidad en su sede de Boadilla del Monte, en Madrid, la unión bancaria servirá para recuperar la confianza y permitirá realmente que fluya el crédito y se dé un mayor crecimiento económico.

Por todo ello el banquero ha defendido también la implantación de un supervisor único en el Viejo Continente, 'un paso decisivo e irreversible' en el proceso de integración financiera que, a su juicio, debe ir acompañado de un mecanismo único de resolución. 'Es necesario contar con una única autoridad con poderes bien definidos y con acceso a un fondo único de resolución que sea el recurso de último instancia en caso de crisis de cualquier entidad', ha resumido.

En los próximos trimestres, ha recordado Botín, se darán pasos importantes para avanzar en la unión bancaria ya que el Banco Central Europeo (BCE) realizará una evaluación 'exhaustiva' a las entidades que serán objeto de su supervisión, aunque ha advertido de que queda pendiente la armonización del cálculo de los activos ponderados por riesgo para asegurar que los ratios son equiparables entre países. 'Es un punto importantísimo, pues se han detectado diferencias muy significativas que pueden dificultar la comparación de los ratios de solvencia entre las entidades de los estados miembros del área euro e incluso perjudicar a las más conservadoras', ha incidido Botín.

No obstante, se ha mostrado partidario de que el marco regulatorio no se centre exclusivamente en ratios cuantitativos, pues con 'exigencias desmesuradas' cabe limitar 'en exceso' la función de la banca. También ha alertado contra un exceso de requerimientos de capital, más allá de lo que exige Basilea III, ya que lo que supone en términos de seguridad no compensa la caída en el flujo del crédito.

Para que una entidad pueda desarrollar su actividad, ha añadido, el nivel de liquidez tiene que ser adecuado a su modelo de negocio, y en concreto la que proporcionan los depósitos es de 'gran valor'.

En cualquier caso, ha defendido el modelo de banca comercial y ha elogiado la reforma financiera llevada a cabo en España porque ha permitido distinguir con toda claridad las entidades sanas de aquellas cuya solvencia y viabilidad estaba muy dañada.

Y por eso, Botín ha considerado que 'hoy podemos afirmar que el sector bancario español es uno de los más sólidos de Europa'.

Con bancos sólidos y centrados en su negocio, e instituciones fuertes y capaces de desarrollar políticas responsables y firmes se logrará 'consolidar la recuperación económica, y podremos mirar hacia adelante'; en su opinión, se podrá decir que la crisis ha terminado 'cuando se hable menos de los bancos y más de las empresas'.

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