Brasil e India defendieron hoy una posición proteccionista de sus mercados industriales ante la ofensiva de los países desarrollados, que piden que los abran más.

"Los países en desarrollo tienen industrias minúsculas y pequeñas. No debemos olvidar que los países emergentes luchan para poder industrializarse, y muchos otros en desarrollo no han podido industrializarse a causa de los actuales flujos comerciales", dijo el ministro de Comercio de India, Kamal Nath, al lado de su homólogo brasileño, Celso Amorim, minutos antes de reunirse a solas.

Una treintena de ministros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) están reunidos esta semana en Ginebra intentando desbloquear la estancada Ronda de Doha que se negocia desde hace siete años.

"Tenemos que lograr que cualquier resultado (de la ronda) tenga en cuenta la industrialización de los países en desarrollo", agregó el ministro indio.

"Recordemos que buscamos y queremos una ronda del desarrollo", añadió Amorim.

Los dos ministros respondieron así a las reiteradas peticiones de los países desarrollados que solicitan a las naciones pobres y emergentes que hagan un gesto y abran más sus mercados industriales.

Los países en desarrollo argumentan que ya están haciendo suficientes concesiones y recuerdan a los ricos que sus incipientes y frágiles industrias estarán en peligro si se bajan de forma drástica los aranceles.

Conscientes de esa postura, los países desarrollados piden que al menos se incluya en el acuerdo una cláusula de anticoncentración que evitaría que los emergentes pudieran salvar completamente un sector específico de los cortes de tarifas acordados, algo que los emergentes rechazan.

"La anticoncentración no está en el acuerdo marco. Todos los países en desarrollo deben proteger las industrias minúsculas y pequeñas y si eso impide el acuerdo pues lo será", aseguró Nath.

Por su parte, Amorim fue un poco más cauto que su homólogo, pero dejó claro que lo que se ha logrado hasta ahora ha sido gracias a la unidad de los emergentes.