El equipo campeón mundial de Brasil en el Mundial de fútbol de 1970 tiene mucho que responder al menos en lo que se refiere a los técnicos subsiguientes de la selección nacional.

El equipo inspirado por Pelé jugó el mejor fútbol jamás visto en una final, cuando venció a Italia por 4-1 y obtuvo su tercer título mundial.

Sin embargo, esos éxitos han repercutido en los sucesores del técnico Mario Zagallo.

Desde entonces, se ha esperado que Brasil no sólo gane el Mundial, sino que lo haga con estilo, una situación a menuda exasperante.

Incluso ahora, cuando una mejor preparación física y mejores tácticas hacen casi imposible repetir el modo de juego de 1970, el debate está desatado.

Carlos Alberto Parreira, entrenador del plantel campeón del quinto título Mundial de Brasil en 1994, fue abucheado por los hinchas antes de la final contra Italia porque su equipo fue considerado culpable de jugar sin estilo.

Dunga, el más reciente técnico, considera la discusión un plan europeo para impedir que Brasil logre su sexta conquista.

"Si vamos a comenzar nuevamente con ese debate sobre jugar fútbol bonito, probablemente pasaremos otros 24 años sin ganar (la Copa del Mundo), que es lo que quieren los otros", declaró en una oportunidad.

"Los europeos tendrán una fiesta y nosotros terminaremos sufriendo", sostuvo.

Dunga está sintiendo en directo los efectos de la crisis de identidad del fútbol brasileño.

En poco menos de cuatro años de gestión, su equipo ha ganado la Copa América y la Copa Confederaciones, y además terminó en primer lugar del grupo sudamericano en la eliminatoria para el Mundial.

La selección de Dunga ha ganado 41 de sus 58 partidos, y sólo ha perdido cinco.

Sin embargo, nada de eso ha servido para salvarlo de duras críticas por el estilo pragmático pero implacablemente eficiente de su equipo.

OPONENTES DEFENSIVOS

Dunga ha afirmado que es imposible jugar de la manera que los medios brasileños llaman "futebol-arte" o "Jogo Bonito" cuando otros equipos simplemente se cierran y fortalecen su defensa.

"Cuando juegas contra oponentes que cierran filas, tienes que acelerar el juego, cometes errores en pases, tienes que ser persistente, no es fácil jugar contra ese tipo de equipos", dijo después de que su equipo consiguió un trabajado triunfo de 2-1 sobre Corea del Norte en su primer encuentro del Mundial de Sudáfrica.

Cuando le preguntaron por las enormes expectativas generadas por su selección, también se quejó.

"Siempre tenemos que ganar pero, incluso cuando ganamos, ellos (los hinchas) no están felices porque no hicimos un show. Si hacemos un show, no están felices porque no marcamos seis o siete goles", graficó.

"Si hacemos seis o siete goles, dicen que los rivales no eran buenos", agregó.

Dunga incluso cree que el equipo de 1970 ha sido ensalzado por la televisión.

"Cuando muestra escenas de 1970, todo lo que ves son las partes buenas", aseguró.

"Si tomamos al actual equipo brasileño y mostramos sólo las mejores partes, los hinchas van a pensar que es un equipo espectacular. Pero hoy, muestran tantos momentos negativos como positivos", explicó.

De cualquier modo, el amor del público brasileño por ver a su equipo jugar con estilo es muy profundo. Cuando Brasil ganó los Mundiales de 1994 y 2002 hubo enormes fiestas, pese a que ninguno de esos equipos alcanzó el nivel del de 1970.

Cuando en 1982 Tele Santana no ganó el Mundial con un equipo con estilo, tanto el técnico como los jugadores fueron criticados.