Este artículo se publicó hace 14 años.
Brown y Cowen prosiguen hoy la mediación en la crisis política de Irlanda del Norte
Los primeros ministros del Reino Unido e Irlanda, Gordon Brown y Brian Cowen, respectivamente, prosiguen hoy sus esfuerzos de mediación entre los partidos de gobierno de Irlanda del Norte en un intento de evitar el fin del experimento de poder compartido.
Brown y Cowen decidieron pasar la noche en Irlanda del Norte Belfast después de haber viajado precipitadamente a esa provincia del Reino Unido ante la crisis política entre el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) y el Sinn Fein, antiguo brazo político del hoy inactivo Ejército Republicano Irlandés.
Las conversaciones se centran en la transferencia de soberanía al gobierno de Belfast de las competencias de Justicia e Interior (Policía), actualmente en manos del Gobierno británico.
Brown y Cowen mantuvieron anoche reuniones por separado con el Sinn Fein y el DUP ya que ambos partidos no se han sentado aún juntos desde que el líder del partido republicano, Gerry Adams, diese por concluidas el viernes las relaciones con los unionistas e insinuase la posibilidad de que su partido abandonase el Gobierno de la provincia.
El Sinn Fein quiere completar el proceso de transferencia de poderse lo antes posible mientras que el DUP es partidario de proceder con la máxima cautela, en parte por la presión que ejerce su sector más conservador, que sigue desconfiando profundamente de los republicanos.
Aunque ambas partes están conformes con la financiación ofrecida por el Gobierno de Londres para ultimar la devolución y coinciden en que los futuros responsables de Justicia e Interior no saldrán de sus filas, el calendario final es aún una incógnita, lo que tiene paralizado el proceso de paz.
Otra manzana de la discordia es el deseo de los unionistas de que se suprima la llamada Comisión de Desfiles, creada un año antes de la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo (1998) para supervisar y modificar las rutas de las polémicas marcha de la Orden protestante de Orange por las zonas católicas.
Mientras que el Sinn Fein insiste en que se fije una fecha definitiva parta la devolución, el DUP reclama que se le hagan concesiones en la gestión de esos desfiles, que los republicanos consideran simples actos de provocación, antes de aceptar la transferencia de competencias.
Tanto el primer ministro británico como su colega irlandés expresaron anoche su confianza en que se consigan resolver las diferencias entre las partes.
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