Este artículo se publicó hace 12 años.
Bruselas dice no haber diseñado un análisis o plan para una quiebra de Grecia
La Comisión Europea ha asegurado hoy que no ha diseñado un análisis o un plan para una quiebra de Grecia, pero cuando advierte de consecuencias ruinosas de una salida del euro para los griegos y para Europa se basa en informes sólidos.
"No hemos diseñado un análisis o un plan para una suspensión de pagos de Grecia. Las declaraciones de que eso sería devastador se basan en análisis económicas profundas", señaló el portavoz comunitario para Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj.
El vicepresidente y comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, dijo el martes en Estrasburgo que una quiebra desordenada de Grecia tendría muy malas consecuencias especialmente para los miembros menos favorecidos de la sociedad y ramificaciones negativas para el conjunto de la economía europea.
"La Comisión Europea quiere que Grecia permanezca en el euro y haremos todo lo que está en nuestro poder para que sea así", dijo el portavoz, quien aseguró que Bruselas dispone de "suficientes datos" que demuestran que sería catastrófico para la gran mayoría de ciudadanos griegos y que "en todo caso (una quiebra) no solucionaría el problema de la economía griega".
Ante informaciones de que Alemania, Finlandia y Holanda han perdido la paciencia con Grecia, el portavoz se refirió a las últimas declaraciones de los líderes de la eurozona cuando reiteraron que quieren que el país heleno permanezca en el euro.
"Ese es nuestro objetivo, pero por supuesto la solidaridad es una vía de doble sentido y es solo normal que los socios europeos esperan de Grecia que cumpla las condiciones previas", sostuvo.
Y el programa de la UE y del FMI con los ajustes y reformas exigidas por la troika -Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo- "da perspectivas al país", añadió.
El portavoz reiteró que el hecho de que se haya suspendido el Eurogrupo porque Grecia aún no ha cumplido las condiciones necesarias para recibir el segundo rescate y se haya rebajado la cita a una conferencia telefónica, no significa que la zona euro haya ampliado las fechas límite para la aprobación de la ayuda.
Pero hay que tener en cuenta que Grecia debe cumplir sus obligaciones y que el informe sobre la sostenibilidad de la deuda griega solamente puede finalizarse una vez haya cierta visibilidad sobre la participación de la banca en el canje de bonos previsto para la condonación de la mitad de la deuda helena y reducir la deuda griega hasta 2020 del 160 % al 120% con la ayuda de un rescate valorado en 130.000 millones de euros, explicó.
La participación del sector privado requiere una serie de operaciones, acuerdos y aprobaciones en consejos de administración que puede llevar semanas, y además los países de la eurozona deben dar su visto bueno al paquete, y en algunos casos recibir la autorización de sus parlamentos, como ocurrirá en Alemania.
"Teniendo en cuenta todos los parámetros, el tiempo se nos acaba", advirtió de nuevo, dado que el próximo 20 de marzo Grecia tiene que hacer frente a unos vencimientos de 14.500 millones de euros en deuda y si no recibe ayuda internacional tendrá que declararse en suspensión de pagos.
El portavoz también indicó que de momento y hasta que eso no cambie a nivel político, la eurozona pretende aprobar el rescate entero y no autorizar por separado el canje de bonos y el monto de ayuda.
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