Este artículo se publicó hace 16 años.
Bruselas impulsa la atención sanitaria en toda la Unión Europea para los ciudadanos comunitarios
La Comisión Europea (CE) propuso hoy un marco legal para facilitar a los ciudadanos de la UE la posibilidad de recibir atención médica en otro Estado miembro, sin autorización previa de su país de origen, que podría después obtener el reembolso de esos costes.
El objetivo es hacer realidad el derecho a la libre circulación de los pacientes en la Unión Europea (UE), reconocido en el Tratado europeo, pero cuya puesta en práctica choca en la actualidad con numerosos obstáculos.
La principal novedad de la normativa es que generaliza el principio de que no hace falta una autorización previa para poder recibir atención médica en otro país y después recuperar esos gastos, siempre y cuando el tratamiento esté cubierto por la Seguridad Social del país de origen del paciente.
El reembolso equivaldrá a los mismos costes a los que el ciudadano habría hecho frente de haber recibido atención médica en su país y tendrá en cuenta los medicamentos prescritos en el extranjero, siempre y cuando estén autorizados en su territorio.
La comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassiliou, explicó en una rueda de prensa que los países que lo estimen conveniente podrán establecer acuerdos entre sí para pagar directamente a los hospitales y evitar así que el paciente tenga que adelantar unos costes que en ocasiones podrían ser muy elevados.
La propuesta prevé que los países que temen al impacto de estas medidas en sus sistemas sanitarios puedan aplicar una cláusula que les permita exigir una autorización previa para el caso de la asistencia hospitalaria que obligue a un ingreso de varios días.
La comisaria dijo que ese supuesto se aplicará como excepción y que el país que desee optar a tal medida deberá justificar los motivos e informar a la CE, que tendrá que dar su visto bueno.
Vassiliou hizo hincapié en que la propuesta -que pretende que todos los países definan unas normas comunes sobre seguridad y calidad- no pretende armonizar la organización de los sistemas sanitarios nacionales ni modificar sus reglas de gestión.
Señaló, asimismo, que el marco legal propuesto prevé también mecanismos para compensar a los pacientes en caso de que se produzcan errores en los tratamientos.
También se contempla la adopción de medidas para informar a los pacientes sobre la atención que pueden recibir en otros Estados miembros de la UE, para lo cual se crearán puntos nacionales de información.
Las normas pretenden además promover la cooperación entre los sistemas sanitarios de la UE, sentando las bases para el desarrollo de redes europeas de referencia, que reunirán, con carácter voluntario, a centros especializados de los distintos Estados.
Dicha medida permitirá a los pacientes acceder con más facilidad a una asistencia especializada y será útil para los sistemas sanitarios, pues facilitará el uso de los recursos, por ejemplo, poniendo en común los necesarios para tratar enfermedades raras.
Según Bruselas, en la actualidad sólo el uno por ciento de los ciudadanos comunitarios reciben asistencia médica en otros Estados de la UE, lo que ocurre sobre todo en el caso de los ciudadanos que viven en regiones transfronterizas, lo que les permite acceder fácilmente al país vecino.
El gasto anual por atención médica transfronteriza asciende en la actualidad a diez millones de euros, lo que supone un uno por ciento del total del gasto sanitario europeo (mil millones de euros).
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