Este artículo se publicó hace 14 años.
Bruselas se suma a la causa del ahorro energético
Reclama un recorte del gasto de 1.000 euros por familia

La Comisión Europea pidió ayer más ahorro de energía a administraciones públicas y familias para compensar la inestabilidad del mercado del crudo y reducir la dependencia de la UE de las fuentes contaminantes. Un informe del Ejecutivo comunitario presentado ayer reclama a los estados miembro incentivos para renovar los edificios públicos y las viviendas. Bruselas pretende un ahorro de hasta 1.000 euros al año por hogar.
El interés de la Comisión es doble. Por una parte, se persigue la eficiencia energética de los 27, que en palabras de un diplomático "encienden la calefacción con la ventana abierta". Por otra, el departamento de Acción Climática quiere mantener a Europa en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático con una reorientación de las fuentes energéticas. No en vano, la UE adoptó en 2008 un ambicioso pacto climático que incluye la reducción de emisiones de CO2, la potenciación de energías renovables y el ahorro energético. Pero en el tercer pilar, los 27 registran "escasos avances", en palabras del presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso.
El plan de ahorro energético presentado ayer por Bruselas, que llega sólo cuatro días después del aprobado por el Gobierno, tendrá que ser debatido por los 27. Entre las propuestas se encuentra la universalización de los contadores inteligentes para optimizar el uso de la energía, la renovación anual de al menos el 3% de los edificios públicos, la inclusión de exigencias de ahorro energético en las cláusulas de los contratos públicos o las auditorías de uso de recursos en las grandes corporaciones. El Ejecutivo comunitario hará en 2013 un informe en el que analizará el desarrollo de estas medidas, encaminadas a facilitar el ahorro de un 20% respecto al consumo actual, según los objetivos del pacto climático. Si los socios de la UE siguen sin tomar medidas para mejorar la eficiencia energética, Bruselas amenaza con imponerlas mediante una directiva vinculante.
EmisionesEl informe tiene como objetivo final reducir en un 80% las emisiones de CO2 en 2050. Sin embargo, la Comisión eludió exigir un recorte más severo para 2020, habida cuenta de que los 27 van camino de cumplir con la reducción del 20% exigida. Ir más allá, hasta un 30%, es "un objetivo que sigue presente", según la comisaria climática, Connie Hedegaard. Según ella, es imprescindible para competir en innovación con otras economías emergentes.
Europa debe invertir unos 270.000 millones de euros durante las próximas cuatro décadas en energías renovables, redes inteligentes y almacenamiento de CO2, asegura el informe. Sin embargo, esa inversión vendrá acompañada de una reducción en la compra de petróleo y gas similar. "Si esperamos, resultará más caro que aplicar la hoja de ruta que les presentamos hoy", señaló la comisaria, en referencia a una nada halagüeña evolución de los precios del petróleo.
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