Por Julien Pretot

El director del equipo Astana, Johan Bruyneel, el hombre detrás de los siete triunfos en el Tour de Francia de Lance Armstrong, dice estar apasionado con el reto de llevar a un equipo impresionante a otra victoria en la carrera ciclista más importante.

El belga también dirigió al español Alberto Contador a su primer triunfo en las carreteras francesas en 2007, y dice que podría haber abandonado este deporte hasta que Astana le presentó otro reto.

"Estaba buscando otros retos, así que al final de 2007 decidí que se había acabado ya para mí. Había ganado siete Tour con Lance y uno con otro corredor", dijo a Reuters.

"Necesitaba otra emoción, y entonces llegó la gente de Astana. Para mí no se trataba de ganar carreras, sino de cambiar un equipo, y lo hice en un año".

Astana tuvo que modificar el equipo a finales de 2007 después que los kazajos Alexander Vinokourov y Andrej Kashechkin, el italiano Eddy Mazzoleni y el alemán Mathias Kessler se vieran involucrados en un escándalo de dopaje que supuso su expulsión del Tour de Francia tras el positivo de Vinokourov por dopaje sanguíneo.

El equipo financiado por Kazajistán contrató a Bruyneel en sustitución de Marc Biver, y este año, aunque Contador no pudo defender su jersey amarillo en Francia, se llevó el Giro de Italia y la Vuelta a España.

El equipo se reforzó con otros antiguos corredores del Discovery Channel, principalmente el estadounidense Levi Leipheimer pero también el ucraniano Yaroslav Popovych, que llegaba del Silence Lotto.

"Estoy orgulloso de tener el privilegio de trabajar con gente como esa, y también creo que no es por nada que están en este equipo", dijo el que fuera ganador de una etapa del Tour en 1993.

"Algunos críticos dicen que claro, firmo un cheque y tengo a los mejores ciclistas, pero no es así como ocurre, la gante en esta profesión sabe que no soy el que más paga", explicó. "Por alguna razón algunos quieren estar aquí por encima de todo".

"Lance corre sin cobrar, así que no le firmé ningún cheque".

Armstrong, que ha pasado tres años retirado, y Contador disputarán el Tour juntos el año que viene, pero el belga de 44 años cree que esto será positivo.

"Tienes que tener fuertes egos, eleva el nivel de competencia en el equipo, es contagioso, y si es demasiado fácil acabas teniendo a gente sin ambición".