El cantante de rock canadiense Bryan Adams ha ofrecido hoy para un público selecto un concierto fuera de lo habitual: él solo, con su guitarra acústica, ha presentado las nuevas canciones de su último trabajo de estudio, acompañadas por los grandes clásicos que no fallan en sus actuaciones.

Tocando para sólo 600 personas en el Espacio Movistar de Barcelona, una actuación única en toda España, ha arrancado la corta velada (menos de una hora) con un tema nuevo, 'Tonight we have the stars', que se incluirá en el undécimo trabajo de estudio del canadiense que, bajo el título de 'Eleven', saldrá a la venta el próximo 18 de marzo.

A pesar de contar sólo con guitarra y voz, la experiencia de este cantante, que ya lleva a sus espaldas más de veinticinco años de carrera musical con más de 65 millones de discos vendidos en todo el mundo, ha logrado sonar como una auténtica orquesta.

Con el apoyo de una audiencia entregada, ha mezclado nuevos temas como el 'single' 'I thought I'd seen everything', con canciones que han hecho historia en los ochenta y noventa: 'Can't stop this thing we started', 'Summer of 69', 'Back to you' o 'Straight from the heart'.

Han sido en total sólo doce canciones, que tenían que ser once (número que lo acompaña últimamente) pero ha cedido a los gritos del público que lo aclamaba al final del 'show'.

La noche ha ofrecido un Bryan Adams que parece querer reivindicar su condición de rockero a pesar de su imagen como acústico con baladas muy exitosas.

Con un escenario sencillo, formado por cuatro focos y un fondo de telón oscuro, el cantante ha querido situarse a un palmo de la primera fila de público para cantar, en un altar a sólo medio metro del suelo.

A lo largo del concierto los presentes han podido comprobar como podían pedir su canción favorita, que con un poco de suerte su Bryan la interpretaba.

Es precisamente esta iniciativa la que ha provocado uno de los momentos más emotivos del concierto, cuando todo el público aclamaba al unísono 'Heaven', y el canadiense no ha dudado en cantarla.

Ha sido en su conjunto una velada que ha demostrado como la clave del éxito inacabable de este músico nacido en 1959 en Vancouver está en saber tratar con su público e intentar llegar a la gente como lo que él se considera: "Una persona normal".

Una persona normal que, sin embargo, ha sido capaz de hacer sonar una guitarra acústica como cinco, y de demostrar como los años no afectan a su famosa voz cortada y estridente.

Bryan Adams ha presentado el concierto como una manera de reintroducirse, de volver a presentarse a la gente: "Hola, mi nombre es Bryan y me presento ante vosotros para decir que he vuelto".

Y no menos directa ha sido la despedida: "El nuevo disco se llama 'Eleven' ('Once') y lo voy a tocar en once ciudades, y hoy voy a tocar once canciones".

Al final, sin embargo, ha regalado al público con otro clásico, 'The only thing that looks good on me is you', que ha sonado con mucha fuerza pese a ser un sólo músico, y el público se lo ha agradecido coreando su nombre.

"En diciembre nos volveremos a ver, aquí en Barcelona", ha asegurado Adams, quien se ha mostrado muy dialogante y abierto durante todo el concierto, demostrando su gran capacidad de conexión con su público.