"Se busca la reconciliación pero esta es algo gradual"

¿Qué persigue la gacaca?

Revelar la verdad sobre el genocidio y fortalecer la unidad y la reconciliación de los ruandeses. Si un criminal confiesa y pide perdón, su condena se reduce.

¿Cómo surgió la idea?

En los cinco primeros años después del genocidio, los tribunales ordinarios juzgaron 6.000 casos. Había 120.000 presos. Hubiéramos necesitado más de 100 años para juzgar a todos. Así que se decidió recuperar la tradición.

¿Los juzgados son hutus?

No los juzgamos por hutus, sino por su crimen. No preguntamos su etnia, pero quienes mataron a los tutsis lo hacían en nombre de los hutus. Es raro que un tutsi se uniera a esa causa, aunque, por miedo, algunos lo hicieron.

¿Y los tutsis que reaccionaron a las matanzas matando?

Son llevados a la justicia convencional o militar, pues la mayoría fueron soldados.

Se ha criticado el uso de la gacaca para venganzas.

Es cierto, incluso hay jueces que han aceptado sobornos. Son irregularidades deplorables, pero son excepciones.

¿Se da la reconciliación?

Es un proceso gradual. Hay gente que perdona fácil, a otros les lleva tiempo. Las gacacas son un fertilizante de la reconciliación. Hay que esperar a que se disuelva y dé sus frutos.