Este artículo se publicó hace 16 años.
Bush dice que ayudará a las automotrices a evitar la quiebra
El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo el viernes que su Gobierno dará ayuda financiera a las automotrices del país, pero que a cambio las empresas deberán reestructurarse y demostrar para el próximo 31 de marzo que pueden sobrevivir.
"Las automotrices y los sindicatos deben comprender qué está en juego y tomar las decisiones difíciles necesarias para hacer reformas", afirmó Bush.
La Casa Blanca anunció préstamos por 17.400 millones de dólares (unos 12.200 millones de euros) para las automotrices. De ese total, 13.400 millones se entregarán en diciembre y enero.
Un alto cargo del Gobierno dijo que esperaba que Chrysler y General Motors accedieran de manera inmediata al dinero.
Los fondos del rescate bancario procederán de los 700.000 millones de dólares del plan de rescate financiero, conocido como TARP por sus siglas en inglés, pese a que el Gobierno durante meses se había resistido a usar ese dinero para salvar a las automotrices.
Pero el dinero viene con condiciones para las empresas, entre las que están recortar los gastos superfluos y demostrar para el 31 de marzo próximo que pueden volverse viables.
"Estas condiciones envían un claro mensaje a todo el mundo involucrado en el futuro de las automotrices estadounidenses: el tiempo para tomar decisiones difíciles para volverse viables es ahora o la única opción será la bancarrota", dijo Bush.
Ser viables implica que las compañías deben tener un patrimonio neto positivo, lo que no significa necesariamente que registren ganancias inmediatas, pero sí que deberán alcanzar ese punto relativamente pronto, dijo el funcionario del Gobierno.
Los préstamos a tres años requerirían límites sobre los salarios de los ejecutivos y sobre otros beneficios.
Los restantes 4.000 millones de ayuda están atados a que el Gobierno logre acceder al segundo tramo de los 700.000 millones de dólares aprobados para el plan de rescate bancario, precisó el funcionario.
OBAMA QUIERE UNA INDUSTRIA SALUDABLE
Por su parte, el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que desea garantizar que se creen nuevos empleos en la industria automotriz de su país y que ese sector sobreviva a largo plazo.
"Mi principal prioridad en este Gobierno es crear 2,5 millones de nuevos empleos y quiero que algunos de esos puestos estén en la industria automotriz", precisó Obama en una conferencia de prensa.
Obama declinó precisar qué cambios hará, si decide alguno, al plan de rescate anunciado por la Casa Blanca, pero afirmó que su equipo económico discutirá con la industria y sus trabajadores maneras para garantizar su supervivencia.
"Solo quiero asegurarme de que cuando veamos un paquete de reestructuración final, no sean sólo los trabajadores los que sufran la peor parte de dicha reestructuración", explicó Obama. "Todos los accionistas deberán participar en ese proceso", añadió.
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