Bush y Merkel abordan posibles nuevas sanciones contra Irán

El presidente de EE.UU., George W. Bush, y la canciller alemana, Angela Merkel, trataron hoy la posibilidad de imponer nuevas sanciones a Irán en el marco de la ONU si el Gobierno de Teherán no accede a suspender su programa nuclear.

En una rueda de prensa conjunta con Bush en su rancho en Crawford (Texas), Merkel señaló que ambos líderes están de acuerdo en que ese programa atómico supone una amenaza "grave".

La canciller dijo que si no hay avances en las negociaciones para que Irán interrumpa sus actividades nucleares, tienen que "pensar en posibles sanciones futuras" en el marco de las Naciones Unidas.

No obstante, China y Rusia, dos de los cinco miembros con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, se oponen a la que sería la tercera ronda de medidas punitivas contra Irán, que insiste en que su programa tiene fines pacíficos.

El presidente Bush ha llegado a alertar de que el contencioso con Irán podría llevar a una tercera guerra mundial y su Gobierno no ha descartado usar la fuerza para impedir que ese país se haga con un arma nuclear.

No obstante, el jefe de la Casa Blanca evitó hoy el lenguaje beligerante, que ha caído mal en medios políticos alemanes.

"Lo que el régimen iraní debe entender es que seguiremos colaborando para resolver este problema de forma diplomática, lo que significa que (los iraníes) continuarán estando aislados", dijo el mandatario estadounidense.

En la rueda de prensa, Bush también se refirió a la situación en Pakistán, donde su presidente, Pervez Musharraf, declaró hace una semana el estado de excepción.

Bush evitó criticar al general y recordó que éste prometió renunciar a su cargo de jefe de las fuerzas armadas y convocar comicios parlamentarios.

"Ha declarado que se quitará el uniforme y que habrá elecciones, lo que son pasos positivos", dijo Bush.

La Casa Blanca criticó el estado de excepción, pero señaló que aún así mantendrá la ayuda militar a su aliado.

El presidente Bush destacó el papel de Pakistán a la hora de combatir a la red terrorista Al Qaeda. "Necesitamos cooperación y uno de los países de los que necesitamos cooperación es Pakistán", agregó el mandatario.

Bush señaló hoy que Musharraf "entiende completamente el peligro de Al Qaeda" y que cumplió su palabra al actuar contra sus miembros.

Además, mencionó a la líder de la oposición y ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto, quien pasó el viernes en arresto domiciliario en Pakistán, al indicar que también entiende el peligro que la red terrorista representa.

El Gobierno de Musharraf anunció hoy que levantará dentro de un mes el estado de excepción, durante el cual ha arrestado a oponentes políticos y a miembros del poder judicial, y ha censurado a la prensa.

"Creemos que la suspensión del decreto del estado de excepción facilitará el florecimiento de la democracia" en Pakistán, afirmó el jefe de Estado de EE.UU.

Merkel no habló del tema de Pakistán durante la rueda de prensa, en la que mantuvo un discurso similar en general al de su anfitrión, que queda a años luz de las disensiones sobre Irak que el líder estadounidense tuvo con el antecesor de la canciller, Gerhard Schroeder.

Para marcar la nueva era en las relaciones, Bush recibió a Merkel en su rancho de Crawford, que reserva como un honor para los líderes que considera más próximos.

Merkel llegó este viernes, acompañada de su esposo, Joaquim Sauer, y Bush acudió a recogerlos personalmente al helipuerto con su esposa, Laura, a bordo de una camioneta blanca.

La atmósfera relajada se mantuvo hoy, cuando Bush y Merkel hablaron en privado durante un paseo por el rancho.

Eso no impidió que quedara clara la diferencia entre ambos sobre un tema en especial, el cambio climático, de gran importancia para la líder alemana, que fue ministra de medio ambiente.

"Éste es un momento crucial para establecer la agenda para el régimen que suceda a Kioto", dijo Merkel, en referencia al Protocolo de la ONU que establece límites a la emisión de agentes que provocan el efecto invernadero.