Este artículo se publicó hace 11 años.
La cadena humana reclama también la independencia del capitalismo
Más de 5.000 personas rodean la sede de La Caixa en Barcelona para exigir justicia social y denunciar a los responsables de la crisis económica
No ha sido "independencia" sino "a, anti, anticapitalista" lo que han coreado a las 17.14 en punto de esta tarde muchos de los asistentes a la cadena humana que ha rodeado la sede de La Caixa en Barcelona para reivindicar que lo que hay que cambiar va mucho más allá de la relación con España. "Con la independencia a solas no vamos a ninguna parte", explicaba uno de los asistentes, llegado de una localidad de Lleida. "Lo queremos decidir todo", añadía otro, parafraseando el lema escrito en un adhesivo que algunos llevaban pegado. Como símbolo de que esta lucha supera el ámbito catalán, se ha acogido con entusiasmo a Diego Cañamero, dirigente del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), que ha acudido al acto en apoyo "del derecho indiscutible de todos los pueblos a decidir su futuro".
Convocada por Procés Constituent para incluir la demanda de derechos sociales a la de derechos nacionales que defendía la convocatoria de la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC), la cita ha reunido hasta 5.000 personas, según calcula esta plataforma nacida hace cinco meses. En todo caso, muchas más de las que hacían falta, lo que ha causado una cierta desorganización pero ha permitido rodear las dos torres negras de La Caixa en algunas zonas con dos y tres cordones humanos y enlazar formando una onda sinuosa más que una cadena con dos tramos de la convocatoria de la ANC.
Al final, la demanda de justicia social y la denuncia de los que consideran como los principales responsables de la crisis han ganado por goleada. No ha sido solo que las estelades, aunque las había, escaseaban sino que los lemas que se han coreado y las pancartas que se han exhibido aludían más a la lucha contra el poder político y financiero catalán que a la soberanía y a España ("Artur Mas, ¿a qué mutua vas?" o "Que juzguen a [Isidre] Fainé, por fascista y por banquero" (en alusión al presidente de La Caixa, en catalán rima). También las camisetas vinculadas a mareas y colectivos ciudadanos se exhibían en igualdad de condiciones con la roja diseñada por Procés Constituent con el lema "És hora de fer un pas endavant" (Ha llegado el momento de dar un paso al frente o de avanzar).
Que la reivindicación tendría un marcado tono social se había puesto ya de manifiesto con el programa del acto político que ha arrancado hacia las tres de la tarde, para calentar la jornada y dar a voz a la diversidad de movimientos sociales y plataformas ciudadanas activas en Catalunya. El mensaje era claro, como ha subrayado alguno de los ponentes: "No queremos la independencia para que todo siga igual".
El acto ha sido largo, demasiado seguramente, pero se quería dar cabida y visibilizar a una multitud de luchas y a una gran variedad de colectivos: desde los trabajadores de Telefónica, del Hotel Juan Carlos y de la Ciudad de la Justicia a activistas en defensa de la sanidad y la educación públicas. El mensaje enviado por la monja Teresa Forcades desde Alemania, donde está, y el discurso del economista Arcadi Oliveres, los dos pesos pesados de Procés Constituent, han sido dos más. Y los representantes de algunos partidos políticos que han asistido, como es el caso de ICV, EUiA y la CUP, han participado como uno más.
Cañamero, que acudió ayer a Barcelona para participar en un acto de solidaridad con el SAT y "contra la represión sindical y social" y organizado por varios sindicatos alternativos, ha puesto la guinda con un discurso breve pero intenso en el que ha abogado por la unidad de los pueblos contra los culpables de la crisis y ha invitado a todos los presentes a buscar un nuevo repertorio de acciones para la "movilización permanente". "¡Vamos, Diego!", lo jaleaban y aplaudían algunos.
Del mismo modo que el dirigente del SAT ha dejado claro en su discurso que no quiere ser confundido con la "Andalucía del Rocío", sino con la de Lorca, el mensaje de los que han participado en Rodear La Caixa (#EncerclemLaCaixa en Twitter) es que "Catalunya is not CiU", como llevaba estampado en inglés una chica en su camiseta. "Queremos una Catalunya libre que no desaloje y que no rescate a los bancos para dejar en la calle a las personas", aseguraba alguien en uno de los muchos mensajes con los que ha apoyado Rodear la Caixa desde Twitter. Muchos han denunciado la escasa cobertura que los medios públicos catalanes han dedicado al acto.
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