Este artículo se publicó hace 17 años.
La caída de un lugarteniente estrecha el cerco al último líder de Sendero Luminoso en libertad
Lima, 27 nov (EFE) - Las fuerzas del orden de Perú estrechan el cerco al último líder histórico de Sendero Luminoso (SL) que permanece en libertad, el camarada "Artemio", tras abatir hoy a tiros a su principal lugarteniente, Epifanio Espíritu.
El terrorista, conocido como "camarada JL", murió en un enfrentamiento con fuerzas especiales de la Policía Nacional de Perú en la región selvática de Huánuco, unos 600 kilómetros al noreste de Lima, informó la agencia oficial Andina.
Espíritu era considerado la mano derecha de "Artemio", último líder histórico de SL que sigue en libertad y el único de los jefes de la organización maoísta que no acató el alto el fuego propuesto por el máximo dirigente, Abimael Guzmán, tras su captura en 1992.
El ministro peruano del Interior, Luis Alva Castro, afirmó hoy que la policía está "muy cerca de Artemio" y que "JL es el comando más importante que él tenía".
La operación policial condujo a la captura de otros ocho miembros de la banda subversiva, dos de ellos heridos, y a la incautación de al menos once fusiles de largo alcance, pertrechos militares y propaganda senderista.
Según el ministro, ningún miembro de las fuerzas del orden resultó herido en el enfrentamiento.
El sociólogo y experto en narcotráfico y terrorismo, Jaime Antezana, señaló a Efe que "si bien éste es el golpe más fuerte desde la muerte del camarada Clay en 2006", aún no puede considerarse un hecho "devastador" para Sendero Luminoso.
"Puede ser el inicio de la desarticulación (...), pero hasta la fecha SL se ha mantenido pese a los duros golpes recibidos en su estructura medular", advirtió Antezana.
El experto subrayó que los últimos operativos policiales han llevado a la banda a un "escenario de repliegue" y les ha forzado a introducirse en "las zonas más enmarañadas de la selva".
Sin embargo, la clave es "enfrentar al enemigo que subyace a Sendero y el que lo financia, el narcotráfico. Pueden darse golpes y capturar a gente importante, pero mientras su fuente financiera está intacta, se volverán a reciclar y continuarán con sus acciones, cuyo principal objetivo es terminar con la erradicación de coca.
Durante el mes de noviembre se ha registrado en Perú un incremento de la violencia en las zonas del interior del país que se achaca a SL y a su relación con el narcotráfico.
El pasado día 14 cuatro policías murieron en una emboscada tendida por supuestos narcoterroristas en la región de Huancavelica, en los Andes peruanos y la zona más pobre del país.
A principios de este mismo mes falleció un oficial en un ataque perpetrado a una comisaría, aparentemente en represalia por la incautación de droga, en la misma zona.
Tras los violentos incidentes, el Ejecutivo pidió al Congreso que otorgue mayores recursos a las Fuerzas Armadas y a la Policía para la lucha contra la alianza que ha formado el narcotráfico con los remanentes terroristas.
Alva Castro aseguró que los miembros de SL capturados hoy tienen relación con estos últimos ataques.
Sendero Luminoso nació en 1980 bajo la inspiración del antiguo profesor Abimael Guzmán, que pretendía instalar una República Popular de corte maoísta y terminó bañando en sangre al país andino.
En los 20 años de guerra interna en Perú, murieron casi 70.000 personas, la mitad a manos de Sendero Luminoso, y el resto víctima de la brutalidad de las fuerzas de seguridad y los paramilitares, según reveló la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en 2003.
Artemio y los remanentes de SL operan en las recónditas zonas del Alto Huallaga y el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), uno de los principales puntos de cultivo y producción de cocaína en el país.
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