Este artículo se publicó hace 14 años.
Caja Duero y Caja España sacan adelante su fusión
Firman un pacto tras paralizar la negociación varias veces
El Banco de España sacó el látigo y, al final, Caja Duero y Caja España no tuvieron más remedio que llegar ayer a un acuerdo para sacar adelante su fusión, que dará lugar a la octava mayor caja española (incluidas las fusiones que ya están en marcha), con unos activos de más de 45.000 millones de euros y 1.360 oficinas operativas.
Tras muchas idas y venidas, muchos meses de análisis y auditorías independientes y una ruptura de las negociaciones hace sólo una semana, ambas cajas lograron ayer llegar a un punto de encuentro, pero no sin muchas discusiones y esfuerzos. La reunión se alargó durante más de seis horas el domingo y diez horas ayer .
Las cajas no quisieron dar un comunicado oficial sobre lo acordado, a la espera de que hoy lo refrenden los respectivos consejos de administración, pero fuentes cercanas a las negociaciones aseguraron a Público que la sede social, la presidencia y el área de recursos humanos permanecerán en León (sede Caja España), mientras que las áreas de auditoría, negocios y empresas participadas estarán en Salamanca, donde además tendrán lugar las reuniones del equipo directivo. Entre ambas sedes se dividirán el equipo informático y el departamento financiero.
Un reparto sin "vencedores ni vencidos"Los presidentes de ambas cajas, Santos Llamas (Caja España) y Julio Fermoso (Caja Duero) se felicitaron a la salida del encuentro celebrado en el Parador de Tordesillas de la firma del acuerdo. Llamas aseguró que es un reparto que no beneficia a nadie y que no deja "vencedores ni vencidos", mientras que Fermoso dijo que "ahora empieza un periodo de reflexión sobre cómo apuntalar la nueva empresa.
Si los consejos de administración dan hoy el visto bueno, las cajas presentarán el plan de negocio al Banco de España en los próximos días y solicitarán al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) unas ayudas cercanas a los 600 millones de euros.
En las próximas semanas, los técnicos de ambas entidades profundizarán en el acuerdo de fusión para determinar los recortes de personal y oficinas, con el objetivo de tener preparado un plan de fusión definitivo a final de febrero para que lo aprueben los consejos de administración. El último paso será la autorización por parte de las asambleas generales de ambas cajas a finales de marzo. Hasta entonces, el éxito de esta operación no está asegurado.
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