Este artículo se publicó hace 14 años.
Las cajas de ahorro españolas se enfrentan a una larga travesía del desierto
Las cajas de ahorro españolas se enfrentan a una "travesía del desierto que puede durar cuatro o cinco años y necesitarán ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria y del Banco de España", según admite en el diario Financial Times el presidente de una de las más fuertes.
Según un análisis que publica hoy el periódico británico, tanto las cajas como los bancos se enfrentan este año a un triple golpe a su rentabilidad: primero porque los márgenes de interés están bajo presión dada la forma en que se fijan una vez al año las hipotecas variables, ligadas al Euríbor.
Cuando este último está sólo ligeramente por encima del uno por ciento, los pagos mensuales de quienes tienen alguna hipoteca se fijan progresivamente a niveles cada vez más bajos.
Al mismo tiempo, sin embargo, los bancos y las cajas, necesitados como están de liquidez, están dispuesto a pagar el doble de los intereses que pueden cobrar a su vez a los propietarios de viviendas a fin de conseguir depósitos a largo plazo.
El segundo problema, según el FT, es que al tiempo que los préstamos se hacen de cobro más difícil o imposible -se temen que los activos tóxicos aumenten este año hasta un 7 o un 8 por ciento del total de activos, y las cajas están en ese sentido en peor situación que los bancos- unos y otras van a consumir rápidamente las provisiones que ayudaron a mejorar sus resultados el año pasado.
En tercer lugar, el Banco Central Europeo trata de que los institutos financieros vayan renunciando al apoyo de liquidez de emergencia que les ha estado prestando a un interés de sólo un 1 por ciento durante la fase álgida de la crisis.
Algunos bancos europeos, entre ellos españoles, dependieron excesivamente para su financiación de la venta de hipotecas securizadas en los mercados internacionales y desde que "se congelaron" esos mercados, han pasado a depender del Banco Central Europea.
"Los bancos que lo necesiten tendrán que acudir al mercado. Y no será al 1 por ciento sino mucho más alto, con lo que los resultados del próximo año serán muy malos", predijo al FT el directivo de la caja de ahorro española, que quiso mantener el anonimato.
Los bancos comerciales no serán inmunes a esos problemas ni a la mala situación económica española en general y tendrán dificultades para obtener beneficios en España.
El Santander y el BBVA podrían protegerse en parte gracias a su diversificación en otros mercados, especialmente en América latina, pero el mayor problema será para las cajas, que representan la mitad de los activos del sistema bancario del país.
El gobernador del Banco España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quiere ver reducido el número de sucursales y de empleados de las cajas de ahorros y, en una entrevista que mantuvo en noviembre con el FT, abogó por la absorción de hasta un tercio de las 45 cajas de ahorros del país por instituciones más fuertes.
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