Cajasol y Caja Guadalajara han presentado hoy el protocolo de fusión a la Consejería de Economía de la Junta de Andalucía y mañana lo llevarán al gobierno de Castilla-La Mancha, al tiempo que confían en que esta unión sea un "revulsivo" para la expansión de la nueva entidad por el centro de España.

Los presidentes de Cajasol, Antonio Pulido, y de Caja Guadalajara, José Luis Ros, han presentado el protocolo -aprobado el pasado 26 de enero por las asambleas de ambas entidades- a la consejera de Economía de Andalucía, Carmen Martínez Aguayo, y mañana lo llevarán al presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y a la consejera de Economía, María Luisa Araujo.

La presentación de los protocolos de fusión a los gobiernos regionales es una obligación de las entidades y, aunque hoy no ha estado en la reunión el presidente andaluz, José Antonio Griñán, tienen previsto presentárselo más adelante, ha confirmado Pulido.

Tras el encuentro, la consejera de Economía ha informado de que estudiarán el protocolo y ha explicado que esta operación es relativamente sencilla, pero tiene una complejidad puesto que es la primera de carácter interregional y requiere un acuerdo entre ambas comunidades, aunque desde el punto de vista legislativo no está previsto en ninguna norma.

Para salvar este obstáculo, ambos gobiernos regionales trabajarán para armonizar sus respectivas legislaciones en este campo y se ha constatado que "no hay grandes diferencias en la normativa", por lo que la autorización a la operación podrá ser "en breve".

Antes de la autorización por parte de los respectivos gobiernos regionales, previo informe del Banco de España, ambas entidades barajan el mes de marzo para presentar el proyecto de fusión y finales de abril o principios de mayo para aprobarlo en sus respectivas asambleas, ha recordado el presidente de Cajasol.

De la reunión con la consejera, Pulido ha resaltado que los ha felicitado por "la diligencia, eficacia y prudencia" con la que se ha llevado a cabo este proceso y que se haya "hecho en un tiempo récord".

Asimismo, el dirigente de Cajasol ha subrayado que la fusión por absorción de Caja Guadalajara por parte de Cajasol tendrá un "impacto mínimo" en el terreno laboral, ya que las redes no se solapan sólo los servicios centrales y para esto "hay plan alternativo", ha aclarado.

Antonio Pulido ha reiterado que es un proceso "abierto" en el sentido de que se puede integrase otras entidades y "flexible" porque se acomodará la forma jurídica a lo que más interese.

Asimismo, ha valorado que no sea necesario recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), lo que demuestra la "solvencia de las dos entidades" y que a esta operación no les ha empujado la necesidad sino que creen que es lo "más conveniente para el sector y para ambas".

El presidente de Caja Guadalajara ha destacado que el proyecto es positivo para ambas entidades, garantiza la permanencia de esta entidad y, además, le da la posibilidad de tener una nueva caja actuando en su territorio.

Ha puesto en valor el hecho de que los consejos de administración de ambas entidades aprobaran la fusión por unanimidad, ya que se trata de órganos muy plurales donde están representadas las fuerzas políticas, sindicales y sociales.

La nueva caja se situará en unos activos de más de 32.000 millones de euros, e incrementará la fortaleza de Cajasol en un 10 por ciento, mientras que el número de oficinas de la red resultante se acercará a 900 con más de 5.200 empleados.