Este artículo se publicó hace 16 años.
Calamaro se reencuentra con Urrutia al calor del amor del rock castizo español
Con unos kilos de menos y una estética más parecida a un líder neo-punk que a la de un Gardel del siglo XXI, Andrés Calamaro presentó anoche en Valladolid su 'Lengua popular', la misma que comparte con Jaime Urrutia, quien le ha acompañado para recordar dos de las treinta canciones del recital.
El argentino, antiguo líder de una de las bandas que más potenció el rock español de la década de los 90, "Los Rodríguez", ha hecho repaso en dos horas y media de lo que ha sido su trayectoria tanto fuera como dentro de la banda, delante de un polideportivo que se ha tenido que conformar con poco más de la mitad de su aforo.
Con pantalones tipo pitillo morados y camiseta negra, un Calamaro enérgico se ha presentado a sus seguidores sobre las 23.00 horas, con una de retraso, en un recinto con una acústica deficiente y con "El salmón", canción con la que el público todavía se ha mostrado tímido a la hora de exaltarse.
Aunque parco en palabras, el cantante bonaerense, de 47 años, se ha mostrado exultante a partir de la tercera canción, cuando ha aparcado la guitarra y ha desprendido su espíritu canalla al ritmo de uno de los temas de su último trabajo, "Mi gin tonic", en el que anhela ir a un club para "ver bailar" mientras muerde el limón de la bebida en cuestión.
Ya en la quinta parada musical ha viajado a la época del "Disco Pirata" de Los Rodríguez, banda con la que publicó cuatro discos, al entonar "A los ojos", tema al que minutos más tarde ha seguido "Todavía una canción de amor", en la que no ha escatimado en botes sobre el escenario que ha compartido con los seis componentes que le acompañan como banda.
El concierto, que Calamaro ha dedicado al técnico de sonido fallecido el pasado 8 de agosto en la Expo de Zaragoza, Héctor Grande, ha ido "in crescendo" en lo que al ánimo del público se refiere, que ha mostrado paradas evidentes cuando el argentino ha intercalado sus éxitos más conocidos con particulares y lentas versiones de tangos como "Jugando con fuego" y "Los variados".
Con "Estadio Azteca" se ha renovado el ánimo popular y Calamaro ha presentado "prendido" a su "botella vacía", a su "antiguo camarada" y "mejor representante" de la "buena canción" del rock en español, Jaime Urrutia, con quien ha entonado la letra de "Te quiero igual" y el clásico de los Gabinete Caligari "Al calor del amor en un bar", "la mejor canción de rock de España", según ha exclamado el loco Andrés.
En cuanto a la banda, el batería "el niño Bruno", ha sido uno de los más reconocidos por Calamaro, merced a sus orígenes vallisoletanos, poco antes de que los pasos de baile "a lo Michael Jackson" consagraran su complicidad con un público que, en su gran mayoría, ha ido abandonando las butacas de las gradas para incorporarse a pocos metros del escenario.
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