Este artículo se publicó hace 14 años.
¿Caminar protege de un ACV?
Por Terri Coles
Caminar es un arma importantede prevención que las mujeres pueden usar contra el accidentecerebrovascular (ACV), según un estudio que determinó que lasque caminaban dos o más horas por semana reducían el riesgo asufrirlo.
La actividad física es buena para la salud cardíaca,incluida la reducción del riesgo de infarto cerebral.
"Las personas más activas tienen un 25-30 por ciento menosriesgo de sufrir un ACV", dijo a Reuters Health telefónicamenteJacob Sattelmair, autor principal del estudio y doctorado enepidemiología de Harvard School of Public Health, en Boston.
El equipo de Sattelmair estudió a más de 39.000 mujeressaludables, mayores de 45 años y participantes de Women'sHealth Study. Al inicio del estudio (1992-1995) y durante suparticipación informaron sobre la actividad física en losmomentos de ocio.
Durante los 12 años de seguimiento, 579 sufrieron un ACV(473 isquémicos -el tipo más común por una obstrucción delflujo de sangre al cerebro- y 102 hemorrágicos). Cuatro ACVfueron de tipo indeterminado.
Las mujeres más activas eran un 17 por ciento menospropensas que las participantes sedentarias a tener un ACVdurante el seguimiento.
Las que caminaban con cualquier intensidad dos o más vecespor semana redujeron un 30 por ciento el riesgo de tenercualquier tipo de ACV.
Las que caminaban a casi 5 kilómetros por hora (km/h) o mástenían un 37 por ciento menos riesgo de sufrir un ACV que lasque lo hacían más lento. Caminar redujo especialmente el riesgode ACV isquémico.
Esto "se suma a las evidencias de que hasta el ejercicio deintensidad moderada, como una caminata rápida, reduce el riesgode sufrir un ACV", dijo a Reuters Health el doctor Frank Hu, deHarvard School of Public Health, que no participó en elestudio.
En el 2000, Hu publicó un estudio en Journal of theAmerican Medical Association que demostró que la actividadfísica, incluido caminar, reducía significativamente el riesgode ACV.
El nuevo estudio es "observacional", dijo Hu. Pero, agregóque el equipo controló bien los factores de riesgo del ACV,como el tabaquismo.
La relación entre el ejercicio intenso y la reducción delriesgo no se pudo examinar adecuadamente porque no habíasuficiente cantidad de mujeres que lo hicieran. Caminar era laactividad más común.
El equipo señaló que el estudio se concentró en mujeresblancas de mediana edad y con buen nivel educativo, aunqueconsideró que no existen motivos para no extrapolar losresultados a la población general femenina en Estados Unidos.
El estudio no incluyó a los varones; el ejercicio tambiénreduce el riesgo de ACV en los hombres, pero aún no existendatos sobre cómo caminar modifica ese riesgo.
Para Hu, el estudio es clínicamente relevante debido a lasconsecuencias devastadoras del ACV, que incluyen la disminuciónde la movilidad, los problemas del lenguaje y la pérdida dememoria.
El ACV es la tercera causa de muerte en Estados Unidos,luego de la enfermedad coronaria y el cáncer.
"Lo importante es que el estudio proporciona otra respuestaa por qué la población debería levantarse del sillón", dijo.
FUENTE: Stroke: The Journal of the American HeartAssociation, online 6 de abril del 2010.
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