Este artículo se publicó hace 16 años.
Caminar es soñar con los pies, dice Paquillo Fernández en su cumpleaños
El español Francisco "Paquillo" Fernández, subcampeón olímpico de marcha, aseguró hoy en el día de su cumpleaños sentirse dichoso por practicar su deporte porque caminar es una manera de soñar con los pies.
"Para mí caminar es soñar con los pies, soñar con llegar lejos y lo mas rápido posible" explicó el atleta en una entrevista a Efe coincidente con el aniversario 31 de su nacimiento en Guadix, municipio andaluz en la falda norte de Sierra Nevada.
Paquillo está en Chihuahua, norte de México, para comenzar el próximo sábado la temporada 2008, una de las más importantes de su vida por la celebración de los Juegos Olímpicos en Pekín'08.
Aunque el año anterior fue el único marchista del planeta en recorrer tres veces los 20 kilómetros en menos de 1:20 horas, Fernández no piensa en mejorar en el 2008 su marca personal de 1:17.22 h y sólo se concentra en brillar en Pekín.
"Cuando ya tienes un nivel te trazas retos, el mío ahora es el oro en los Juegos Olímpicos; el año pasado estaba para caminar en 1:17, pero para eso necesitas un día perfecto, clima ideal y los mejores rivales y no pude reunir todo a la vez", explica.
Es un hombre amistoso que confiesa haber llorado y se califica como un tipo emotivo, amigo de sus amigos y disciplinado, a pesar de su fobia por levantarse temprano.
"Trabajo duro pero jamás me levanto de madrugada porque para mí el descanso es sagrado; suelo entrenarme alrededor de las 10 y media de la mañana y si hay calor dos horas antes; con el tiempo he aprendido que si entreno relajado lo hago mejor", señala.
Al filosofar sobre su vida, confiesa ser amigo de sus contrarios, sobre todo con quienes tiene más roce; el irlandés Roberto Heffernan, con quien comparte entrenador, el ruso Ilya Markov, quien suele entrenarse en Guadix, el español Juan Manuel Molina, por ser de su país, y el mexicano Eder Sánchez.
Considera al ecuatoriano Jefferson Pérez como el favorito para el oro en Pekín, pero advierte que hay que cuidarse de los chinos porque estarán en casa. "Con Jefferson me llevo bien, aunque nos vemos poco; esperó ponérselo difícil y ganarle en Pekín, y a los chinos confío que la presión los afecte más que a nosotros", dijo.
Paquillo empezó en la caminata por la influencia de Manuel Alcalde, el marchista español retirado que luego se convirtió en su entrenador, pero en el 2004 falleció consecuencia del cáncer.
"Alcalde era de Guadix, bajaba a entrenar, lo veíamos y nos contagió el gusanillo por la marcha; era como mi padre y cuando murió lloré mucho; fue un palo bueno que sufrí", recuerda.
Además de la tristeza por el fallecimiento de su maestro, Paquillo tuvo que entrenarse solo tres meses antes de los Olímpicos de Atenas, donde los españoles confiaban en verlo campeón, pero llegó segundo detrás del italiano Ivano Brugnetti.
"Fue un año duro, sufrí una fractura por estrés y murió mi entrenador; así que la medalla de plata me dio mucha alegría y sólo años después saque en cuenta lo cerca que estuve del oro", explica.
Solitario y con camino por recorrer a los 27 años de edad, Fernández necesitaba un guía entrenador y fue a Polonia a hablar con Robert Korzeniowski, el mejor marchista de la historia, con quien forma equipo hace cuatro años.
"Hemos ensayado hace poco un método de recuperación con cambios de temperatura; trabajo en una cámara a temperaturas heladas y luego voy a entrenar a un gimnasio, donde mi sangre recorre mejor todos los rincones del cuerpo", revela.
Dice sentirse orgulloso de su origen accitano y feliz de representar a España, y a los 31 años, da la impresión de saber a donde quiere llegar y descarta estar obsesionado con medallas porque hay cosas como la familia y los amigos que para él valen más.
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