Este artículo se publicó hace 14 años.
Canadá tiene elevadas expectativas de los Juegos de Invierno que se inician hoy
Más de 3.000 millones de personas seguirán hoy la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno Vancouver 2010, un evento que Canadá quiere que abra un nuevo capítulo en la historia del país.
Todo Canadá está pendiente de lo que pasará en las próximas horas en el estadio BC Place de Vancouver a partir de las 18.00, hora local (las 2.00 GMT del sábado) y a muchos canadienses les gustaría ser uno de los 60.000 espectadores que presenciarán la ceremonia en el recinto deportivo.
El deseo es tan intenso que la reventa de los asientos más baratos ha llegado en las últimas horas a 2.000 dólares la pieza cuando su precio oficial es de 175. Otros lugares más preciados se revenden por encima de los 5.000 dólares. Y algunos están llegando a pedir casi 30.000 dólares por un par de las mejores entradas.
En Toronto, Ottawa, Montreal y Halifax, a miles de kilómetros de distancia de Vancouver, muchos estudiantes acudieron al colegio con las caras pintadas con la bandera canadiense y los anillos olímpicos en una muestra del nacionalismo que muchos canadienses han adoptado con vistas al evento olímpico.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, reconoció en la noche del jueves que estos Juegos Olímpicos representan un nuevo hito en el país.
"Le pediremos al mundo que nos perdone por este desacostumbrado arrebato de patriotismo, de nuestro orgullo, de ser parte de un país que es fuerte, confiado y sobresale entre las naciones", afirmó Harper en un discurso pronunciado ante el parlamento provincial de la Columbia Británica.
Y ello a pesar de que el espectáculo olímpico se inició hoy a primeras horas de la mañana de manera internacional, para consternación de muchos canadienses, cuando el gobernador de California, antiguo actor y culturista, Arnold Schwarzenegger, realizó el primer relevo de la antorcha olímpica.
Schwarzenegger portó la antorcha durante cinco minutos cuando el sol despuntaba en Vancouver y pasó la llama a Sebastian Coe, ganador del oro olímpico en 1.500 metros y responsable del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Lo que todavía no se sabe y mantiene al país en vilo, es el nombre de quien introducirá la antorcha olímpica en BC Place y encenderá el pebetero.
Las quinielas son múltiples aunque la mayoría coloca en lo más alto al ex jugador de hockey sobre hielo y héroe nacional, Wayne Gretzky, pero el consejero delegado del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Vancouver 2010, John Furlong, mantiene que todos están equivocados.
Otro tema de intensa discusión en el país a pocas horas del inicio de los Juegos son los beneficios que el evento olímpico dejará en Vancouver y Canadá.
Una encuesta dada a conocer hoy por la televisión pública canadiense CBC señala que los que creen que los Juegos Olímpicos de Invierno beneficiarán a Vancouver se concentran fuera de la provincia de Columbia Británica.
Y un 75 por ciento de los canadienses que residen fuera de la provincia que organiza los Juegos piensan que el evento olímpico dejará algo de beneficio para todo el país.
La principal queja es el coste de los Juegos, que está cifrado en unos 6.000 millones de dólares, incluidos 1.000 millones de dólares para seguridad, ante la creciente certidumbre de que los 17 días de competiciones dejarán decenas de millones de dólares de déficit a pagar por el erario público.
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