Este artículo se publicó hace 15 años.
El canciller colombiano y Clinton analizarán el acuerdo de cooperación militar
El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, analizarán hoy varios puntos de la agenda bilateral, entre ellos el acuerdo recién pactado entre EE.UU. y Colombia en materia de cooperación militar contra el narcotráfico y el crimen organizado.
El acuerdo, que ha provocado duras críticas sobre la presencia militar de EE.UU. en la región, fue sellado el viernes pasado en Washington pero agencias gubernamentales de ambos países tendrán que revisarlo antes de que sea firmado.
Las autoridades no han ofrecido mayores detalles sobre el acuerdo pero, según algunos datos filtrados a la prensa, éste permitirá que Estados Unidos utilice siete bases militares en Colombia, entre ellas la de Palanquero, para vigilar las actividades del narcotráfico en la costa del Pacífico.
El llamado Acuerdo en Materia de Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad con Estados Unidos se produjo tras la negativa del Gobierno de Ecuador de renovar el acuerdo de diez años para que EE.UU. continuara utilizando la base militar en Manta.
Ante la negativa de Ecuador y hasta que se ponga en marcha el acuerdo pactado con Colombia, a Estados Unidos le quedan ahora solo dos bases extranjeras que le sirven como centros de operaciones, una en Comalapa (El Salvador) y la otra en Aruba, en las Antillas Holandesas, según datos del Mando Sur.
Durante una rueda de prensa el lunes, Philip Crowley, portavoz del Departamento de Estado, dijo que Washington y Bogotá lograron un "acuerdo provisional" para que el Ejército de EE.UU. pueda usar hasta siete bases en territorio colombiano.
Agregó que el acuerdo "busca garantizar la cooperación bilateral en Colombia en torno a temas de seguridad, tales como el narcotráfico, grupos ilegales armados y terrorismo".
Los planes de EE.UU. para el uso de las bases han generado malestar entre algunos Gobiernos de la región, especialmente de países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) que los ven como una amenaza.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, por ejemplo, ha alegado que con ese acuerdo ahora "soplan vientos de guerra" en la región.
Tanto el Pentágono como el Departamento de Estado y la Casa Blanca, incluyendo el propio presidente Barack Obama, han dejado en claro que EE.UU. no pretende establecer bases militares en Colombia sino recabar datos de inteligencia sobre el trasiego de cocaína y otras drogas ilícitas con destino al norte.
Consciente de las tensiones en torno al acuerdo, Crowley dijo que Estados Unidos "tiene y seguirá teniendo conversaciones con otros Gobiernos sobre la naturaleza de este acuerdo".
"Creo que el Gobierno colombiano ha hecho y seguirá haciendo lo mismo", agregó.
El acuerdo supone poco más de 40 millones de dólares para el Gobierno colombiano, que ya recibe por aparte ayuda militar estadounidense a través del Plan Colombia para combatir a los carteles de la droga y a grupos armados ilegales.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.