Este artículo se publicó hace 15 años.
Las canciones de amor y muerte de Mayte Martín
La cantaora, una de las voces más libres del flamenco, pone música a los poemas de Manuel Alcántara en su nuevo disco
El gran Tete Montoliu fue un día al bar donde cantaba una joven Mayte Martín (Barcelona, 1965) sólo para oír su voz. Terminó subiendo al escenario y tocando el piano para ella, poniéndola secretamente a prueba. Corrían los años noventa, Montoliu necesitaba talento joven con el que refrescarse y Martín prendía la mecha de su carrera como cantaora. Juntos hicieron un disco de boleros, pero Mayte, casi tan cabezota como Tete, decidió que antes quería sacar un álbum de flamenco, "que era lo que yo hacía, quería que todo el mundo tuviera constancia de que yo era una cantaora", sentencia la artista en un hotel del centro de Madrid.
Cabezota y con carácter. "¡Qué ruido de pronto!", se desazona Mayte en mitad de la conversación. Dos hombres charlan a unos metros en un tono un tanto elevado. "¿Estos no tendrán un bar más divertido donde irse a dar por culo?", y se ríe, porque se ha hecho gracia a sí misma. Cuando habla de Manuel Alcántara, el poeta malagueño que inspira su nuevo disco, Al cantar a Manuel, suena igual de tajante: "Es un gran poeta porque cuenta con simplicidad cosas complejas, y no al revés, que es lo que suele pasar. Es un lenguaje muy de la tierra, muy natural, directo".
Mayte convenció a Tete: guardaron el disco que habían grabado en un cajón y ella publicó, en 1994, Muy frágil, su debut. Flamenco, por supuesto. Lo curioso es que una cantaora que hizo lo que hizo por conservar su pedigrí, luego saltara de huerto en huerto musical con la libertad de una codorniz. "Dentro de mí hay una mezcla de muchas músicas que me conmueven y cuando me pongo a componer soy libre y me sale todo. En el fondo, lo único que debería tenerse en cuenta en la música y en el arte es la belleza y la capacidad de emocionar, que es para lo que sirve".
Miedo a lo desconocidoDice esto Mayte porque sus canciones, difíciles de encuadrar en un género concreto, confunden y marean a determinadas personas: "Los que escriben y los que programan. A la gente le da miedo entrar en terrenos desconocidos, a todos los niveles". Pues claro.
Ella, sin embargo, es valiente a la hora de reconocer que el disco que finalmente publicó con Tete Montoliu, Free Boleros (1996), "se hizo a la manera y al gusto de Tete. Yo era cabezota y me vino bien encontrarme a alguien que llevaba siendo cabezota 40 años más que yo. Me tocó ser la humilde".
Mayte exprimió los poemas de Manuel Alcántara a base de lecturas hasta que les sacó el jugo, la melodía que escondían esos tremendos versos de amor y muerte, como ese que dice "y morirme de repente / el día menos pensao / ese en el que pienso siempre". "No es triste", razona ella, "probablemente ese es el tema más alegre del disco. Hay que ver la muerte como una liberación, como otra forma de vida y otro sitio donde estar".
"No me gusta nada la poesía barroca"La cantaora Mayte Martín se enamoró de la poesía de Manuel Alcántara por su naturalidad. "No me gusta nada la poesía barroca, la sofisticación del lenguaje". El proyecto nació hace dos años, cuando la Bienal de Flamenco de Sevilla le pidió que pusiera música a los versos del poeta. El propio Alcántara asistió al concierto y se sorprendió de que no fuera flamenco. "No me planteé ni que fuera flamenco ni que no lo fuera. Lo que se oye es cómo yo he sentido cada poema", dice ella. Y lo que oye son, baladas, un tango y algún bolero. Palos, pocos.
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