Este artículo se publicó hace 16 años.
Cañizares achaca a una "cristofobia" el rechazo a la placa de sor Maravillas y a los crucifijos de un colegio
El arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, ha opinado hoy que "lo que ha acaecido a propósito de una memoria en la que fue casa de santa Maravillas o la sentencia de supresión en un colegio de Valladolid de los crucifijos, son hechos en los que se denota una cristofobia que, en definitiva, es el odio a sí mismos".
Cañizares, en una homilía esta tarde en la catedral de Toledo, se ha referido así al rechazo esta semana de la Mesa del Congreso de los Diputados a la instalación de una placa en homenaje a la monja sor Maravillas y a la sentencia que obliga a retirar los símbolos religiosos del colegio público Macías Picavea.
"Sé que me van a criticar, ¿qué importa?, pero nuestra sociedad está enferma, muy enferma", ha dicho Cañizares durante la homilía eucarística antes de comentar varios temas de actualidad como ésos.
Otra alusión ha hecho al aborto, que, en su opinión, es "un crimen abominable" y "el punto emblemático que pone de relieve la enfermedad que padecemos".
"Aunque en este punto, por qué no decirlo, se ha encendido una pequeña luz en nuestros días en el país hermano de Uruguay", ha añadido el cardenal Cañizares.
Así, sin mencionarlo, ha hecho referencia al veto del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, a la reforma legal para la despenalización del aborto, veto que este viernes no pudo levantar la asamblea general parlamentaria uruguaya.
Según Cañizares, "son tiempos recios y difíciles los que atravesamos" porque "a la situación de crisis económica (...) se unen otras crisis más hondas, de las que la económica es un reflejo visible".
El cardenal ha dicho que hay "crisis del sentido de la vida, crisis humana, moral y de valores universales, crisis espiritual y social y crisis del sentido de la verdad".
Asimismo, que "se quiere imponer una nueva cultura" que "cambia la visión que nos da identidad y nos configura, recibida de nuestros antecesores".
La eucaristía en la catedral de Toledo ha puesto fin a los actos organizados para renovar la consagración de la diócesis al corazón de Jesús.
"Fue en estas circunstancias que estamos viviendo donde, hace año y medio, sentí que el Señor nos invitaba a renovar y actualizar esta consagración", ha explicado Cañizares en la homilía tras recordar que fue en 1930 cuando se consagró la diócesis al corazón de Jesús.
Una procesión de fieles que partió de la iglesia de los Jesuitas -también en el casco histórico toledano- ha precedido a la eucaristía en la catedral.
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