El español Carlos Moyá, que partía como sexto favorito, cayó hoy eliminado en la primera ronda del torneo de tenis de Viena, bajo techo y dotado con 642.750 euros en premios, ante el austríaco Stefan Koubek por 7-6 (3), 5-7 y 6-2.

En dos horas y nueve minutos, Moyá dijo adiós a este torneo en el que fue finalista en el 2003 ante el suizo Roger Federer, y también a sus aspiraciones de arañar en la capital austríaca algún punto en su intento de amarrar uno de los ocho puestos para lograr clasificarse para la Copa Masters de Shanghai.

Esta semana el jugador mallorquín figura en décimo tercer puesto de la Carrera de Campeones con 315 puntos, con solo uno de ventaja sobre el alemán Tommy Haas, y dos sobre el checo Tomas Berdych. El objetivo era lograr 12 puntos, al menos, con los que igualaría con el español Tommy Robredo, octavo en ese esprint final, y con mayores posibilidades de Moyá de lograr billete para Shanghai.

La lucha por obtener cinco de los ocho billetes que aún no poseen titular es este año especial, pues solo 17 puntos separan al séptimo de la clasificación, el chileno Fernando González, y al croata Ivan Ljubicic, 14, con tan solo tres semanas para ser dilucidados.

El que dio un paso más positivo fue precisamente Ljubicic, dos veces campeón de este torneo y que en la sala vienesa lleva 24 sets consecutivos ganados y once partidos sin ceder. Hoy dejó fuera de combate al austríaco Andreas Haider-Maurer por 6-4 y 7-5.

Situado en el puesto 14 de la carrera de campeones con 314 puntos, a tan solo 13 de Robredo, el de Split es una seria amenaza, aunque debe alcanzar las semifinales si quiere mejorar su posición, puesto que su mejor quinto resultado, logrado en torneos menores, lo logró en Pekín recientemente (15 puntos) al alcanzar los cuartos de final.

Si gana el título en Viena, Ljubicic se situaría séptimo en la lista, dependiendo de lo que hagan también sus rivales esta semana. Ahora se medirá con el ganador del encuentro entre el español Nicolas Almagro y el estadounidense Mardy Fish.