Este artículo se publicó hace 15 años.
Carlos y Camilla son ovacionados en las calles coloniales de Quito
El príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camilla fueron ovacionados hoy al caminar por varias calles del centro colonial de Quito, en la corta visita que hicieron a la capital de Ecuador, antes de viajar a las Islas Galápagos.
Cientos de quiteños se agolparon a los costados de las angostas calles del casco colonial para saludar, desde lejos, a los visitantes reales que, en ocasiones, rompieron el estricto protocolo para extender la mano a los transeúntes.
El príncipe y su esposa llegaron hoy a Quito, desde Brasil, y antes de caminar por las calles, se entrevistaron con el vicepresidente ecuatoriano, Lenin Moreno, y el canciller, Fander Falconí.
Al finalizar la cita, el canciller de Ecuador destacó la apertura del príncipe Carlos a escuchar sobre uno de los proyectos ambientales más ambicioso del Gobierno; el ITT-Yasuní.
Ese proyecto busca dejar una gran reserva de crudo bajo tierra y dejar intacto el parque nacional Yasuní, en el corazón de la Amazonía ecuatoriana, porque su explotación podría poner en peligro a la gran biodiversidad que se encuentra en esa zona.
Ecuador intenta seducir a la comunidad internacional para que apoye el proyecto, aunque, a cambio, exige una compensación financiera por la mitad de los ingresos que el país dejaría de percibir por la explotación del yacimiento.
"El príncipe manifestó que va hacer sus buenos oficios para que se concrete esta iniciativa", señaló Falconí al final de la cita, aunque aclaró que, durante la entrevista, no se habló de la posibilidad de que Inglaterra apoye el fondo de compensación del proyecto ITT.
La pareja real británica, como estaba previsto, recorrió una pocas cuadras, las que separan al palacio presidencial de Carondelet, donde se realizó la reunión oficial, y la iglesia de la Compañía de Jesús, uno de los monumentos arquitectónicos más importantes y bellos del casco colonial quiteño.
Durante la caminata, Carlos y Camilla fueron vitoreados por los curiosos, muchos de los cuales mostraban banderas inglesas al paso de los visitantes.
En su recorrido, los dos visitantes fueron acompañados por el vicepresidente Moreno.
Luego de visitar por varios minutos la iglesia de la Compañía de Jesús, el príncipe Carlos y su esposa se dirigieron a la Base Aérea del aeropuerto Mariscal Sucre, para abordar el avión rumbo a las Islas Galápagos.
Ese archipiélago ecuatoriano se encuentra en el océano Pacífico a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador, un paraíso en el que habitan una infinidad de especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas.
Las "Islas Encantadas", como se conoce también a las Galápagos, fueron el laboratorio natural que inspiró al científico inglés Charles Darwin para el desarrollo de su teoría sobre la evolución de las especies y la selección natural.
En la isla Santa Cruz, una de las más pobladas del archipiélago, se encuentra la Estación Científica de la Fundación Charles Darwin, que apoya la conservación y el conocimiento de la rica biodiversidad de esa región insular ecuatoriana.
Una de las principales actividades que cumplirá el príncipe de Gales en las Galápagos será la de visitar la estación científica, que este año cumple 50 años de creación.
Además, la visita del heredero de la corona británica se enmarca en la conmemoración del bicentenario del nacimiento de Darwin y de los 150 años de la publicación de su obra, "El Origen de las Especies".
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