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Carod asume la decisión de ERC de apearle de sus listas

Puigcercós evitó hacer promesas al vicepresident catalán a partir de 2010

FERRAN CASAS

A Josep-Lluís Carod-Rovira no le queda otra que ligar su continuidad en primera línea a la supervivencia más allá de 2010 de la que fue y es su gran apuesta: el tripartito de izquierdas en la Generalitat. Sólo si se reedita tendrá opciones de que ERC le dé acomodo institucional. Si no lo hay (porque Esquerra no gobierne o porque opte por una remota alianza con CiU) su estrella se apagará, seguramente de forma definitiva. Y es que tras 21 años de diputado autonómico, Joan Puigcercós, presidente de ERC, le comunicó el pasado miércoles que en pro de la renovación no figurará en las listas. Carod fue cabeza de cartel en 1999 y 2003. También en 2006 y desde entonces es vicepresident de Montilla.

Tras meses de convivencia 'correcta' con Puigcercós y de acomodarse a su pérdida de protagonismo en ERC, la noticia no sorprendió a Carod. Se mostró flemático ante la decisión del nuevo candidato independentista, a diferencia de lo que hicieron algunos en su entorno. La noticia fue publicada por Avui y Puigcercós y el secretario general Joan Ridao se apresuraron a confirmar parte de lo que publicado, que atribuían a una filtración del entorno de Carod. Confirmaron que no cuentan con él para las listas ('Tengo la opción y el derecho a decidir quien me acompaña', aseguró Puigcercós) pero negaron dar ya por acabada su presencia en el Govern más allá de esta legislatura.

Evitaron confirmarlo o desmentirlo. Fuentes de la dirección aseguraban que Puigcercós le prometió a Carod la misma 'generosidad' que él ha recibido una vez que el vicepresident renunció a dar batalla en ERC. No habría vencido y sí fomentado la imagen de división. La actual cúpula, que tras la escisión de Reagrupament.cat vio ampliado su control, no especula con el futuro. 'No sabemos si estaremos en el Govern y quizás estemos cada día más lejos de él', reflexionan.

Así las cosas Puigcercós no garantizó nada a Carod y eso explica la irritación de dirigentes como el secretario general de su departamento, Rafael Niubò. Él pide guerra y plantar cara y Carod no le amonestará. Pero ni la federación de Barcelona ni el presidente del Parlament, Ernest Benach, que ha asumido el rol interno que tuvo el vicepresident, le seguirán y acatan con dolor la decisión.

Dejar de ser diputado aleja a Carod de la presidencia del Parlament en manos de ERC desde 2003, solución que se barajó, y también complica una segunda juventud si Puigcercós fracasa en 2010.

Carod confirmó su exclusión y afirmó que solo desea 'el mejor resultado' a ERC. Unos y otros insistían que seguirá 'a fondo' en el Govern. Pero, al igual que le pasa al conseller Joan Saura que tampoco repetirá en las listas de ICV, su futuro político ya depende menos que nunca de él.

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