El secretario de Hacienda mexicano, Agustín Carstens, dijo hoy que la economía de su país crecerá un 2,8 por ciento este año y no un dos por ciento como sostiene el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"No tenemos razón alguna para revisar nuestro pronóstico de 2,8 para el año", señaló Carstens, en una rueda de prensa en el marco de la reunión de primavera conjunta del FMI y el Banco Mundial (BM) que se celebró este fin de semana en Washington.

El funcionario explicó que la revisión a la baja en un punto del crecimiento de México por parte del Fondo frente a las estimaciones de octubre pasado supone una extrapolación casi lineal de su recorte de la economía de Estados Unidos.

La institución financiera pronosticó en su informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales" que Estados Unidos crecerá un 0,5 por ciento este año y un 0,6 por ciento en el 2009.

Carstens indicó que ese pronóstico se consideró "exagerado" en las reuniones que se mantuvieron este fin de semana en Washington.

Estimó que sí va a haber desaceleración, "pero no con la profundidad que la está viendo el Fondo".

En cuanto a la crisis global de alimentos, explicó que en México ha sido un problema "más acotado que en otras partes del mundo".

Apuntó que el hecho de que la gasolina haya aumentado a una tasa muy moderada en México ha contribuido a mantener bajo control los precios de los alimentos.

En otros países el incremento en los precios de los combustibles se ha traducido en un aumento de los costes de transporte, que se trasladó, finalmente, a los alimentos.