Este artículo se publicó hace 15 años.
La Casa Blanca acepta parte de culpa sobre infiltrados a la cena
La Casa Blanca aceptó parte de la culpa por la bochornosa violación de seguridad que permitió a una pareja sin invitación colarse la semana pasada en la primera cena de Estado del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Tareq y Michaele Salahi dicen que no se colaron a la fiesta, y el martes insistieron en un programa de televisión que habían sido invitados, una afirmación que la Casa Blanca ha rechazado de plano.
En el más reciente giro en el caso, el representante de los Salahi dijo que la pareja ha rehusado testificar en una sesión el jueves de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes para investigar el incidente.
El representante Bennie Thompson, presidente de la comisión, dijo posteriormente que está preparado para emitir citaciones judiciales que obliguen a la pareja a presentarse.
El agente de ambos sostuvo que, a través de sus abogados, los Salahi han dado a la comisión unas declaraciones juradas y correspondencia electrónica con un funcionario de la Casa Blanca.
Los Salahi creen "que no hay nada más que puedan hacer para ayudar al Congreso en su investigación respecto al protocolo de la Casa Blanca y ciertos procedimientos de seguridad", dijo el representante en un comunicado.
El incidente, que ha adquirido una dimensión internacional debido a que a la cena asistió el primer ministro indio, Manmohan Singh, y a que los infiltrados dieron la mano a Obama, ya ha motivado una inusual disculpa pública del Servicio Secreto.
La Casa Blanca dijo que se aseguraría de que en el futuro se destine personal propio junto a agentes del servicio secreto para revisar a los invitados a eventos oficiales.
"Tras revisar nuestras acciones, está claro que la Casa Blanca no hizo todo lo que podría haber hecho para asistir al Servicio Secreto de Estados Unidos para garantizar que sólo invitados entraran en el recinto", dijo el vicejefe de gabinete de la Casa Blanca, Jim Messina, en un comunicado entregado a los medios.
"Como dijo el Servicio Secreto la semana pasada, los agentes no verificaron si la pareja estaba invitada antes de que entrara en la Casa Blanca", agregó.
Las conferencias de prensa diarias de la Casa Blanca han estado llenas de preguntas sobre quien tuvo la culpa del error desde que salió a la luz la semana pasada, superando incluso las dudas sobre la estrategia de Obama en Afganistán y el envío de miles de soldados estadounidenses adicionales.
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