Este artículo se publicó hace 16 años.
Castigadas por no lucir las piernas
Una clínica gaditana quita 30 euros del sueldo a las enfermeras que usan pantalón sanitario
No. No es Conchita Velasco de espaldas. Ni ninguna otra chica de la Cruz Roja. Ni son los años 60. La fotografía de la derecha ilustra la página web de la clínica San Rafael, en Cádiz. Así visten sus enfermeras hoy, en 2008: faldas por encima de la rodilla, pantys de licra y delantal. Las que no lo hacen, una docena, cobran 30 euros menos a final de mes.
Adela Sastre es una de ellas. Lleva toda la vida trabajando en el centro, 32 años. Pero desde hace unos cuantos cambió la falda por el pantalón, que no es vaquero ni ajustado, sino el típico pijama sanitario, ancho, más cómodo e higiénico. Y, claro, tanta soltura, tanta comodidad y tanta higiene no podía salirle gratis tanto tiempo: en la última nómina, el concepto de asistencia y dedicación había desaparecido.
“El gerente nos lo venía advirtiendo desde carnavales, que si no nos poníamos pantalón nos iba a pagar menos”. Y lo hizo. “También obliga a llevar ese uniforme a las auxiliares de enfermería y limpiadoras, que tienen que agacharse y enseñar lo que tengan que enseñar, una medida discriminatoria”, lamenta Adela, que preside el comité de empresa.
Es una “tontería”
La clínica, en la que trabajan unas 200 mujeres, está gestionada por una cadena hospitalaria privada, José Manuel Pascual Pascual, S. A, y mantiene acuerdos de concertación con la sanidad pública andaluza.
Fuentes de la dirección, en conversación con Público, tildaron el problema de “tontería”. Y el gerente, José Manuel Pascual, que ayer estaba de vacaciones, declaró a Efe hace una semana que cuando un trabajador “incumple la normativa de vestuario, hay un concepto que no se le abona”. ¿Y si es discriminatoria? “Que vayan a los tribunales”, dijo. Y eso hará el comité de empresa a través de CCOO, que califica la medida de machista. A juicio de los juristas, que el contrato incluya la cláusula, no la hace menos discriminatoria.
El sindicato también pedirá responsabilidades al Gobierno andaluz. No obstante, la delegación provincial de Salud aseguró a este periódico que ha pedido un informe al centro hospitalario. Y la Consejería de Igualdad ha puesto su equipo jurídico al servicio de las enfermeras.
Modelo trasnochado y sexista
“Un uniforme no puede ser identificativo de papeles sociales ni culturales, ni de modelos ancestrales, sexistas y trasnochados para la mujer”. El presidente del colegio de enfermería de Cádiz, Rafael Campos, explica que el “estúpido” uniforme de “amplio escote y falda corta” no permite a las enfermeras desempeñar con soltura sus actividades. En España hay unas 238.000 enfermeras y enfermeros. Tradicionalmente ha sido una profesión de mujeres, pero ahora un 18% son hombres.
Campos recuerda que el sistema público de salud hace años que unificó los uniformes entre ambos sexos. “Somos profesionales y estar monos o monas no forma parte de nuestras funciones”, reivindica. Así lo recoge la ley que ordena las profesiones sanitarias, la LOPS. Y así terminaron haciendo empresas de otra índole como Iberia o Renfe.
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