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Castilla y León celebra el fin de los topillos

Los roedores se han reducido en la región un 97% desde febrero 

A. PADILLA

La plaga de topillos ya ha sido erradicada, tal y como informó ayer la Junta de Castilla y León. Un año después de que estos roedores arrasaran más de 1,5 millones de hectáreas de cultivos en la meseta norte del país, contagiaran de turalemia a cientos de ciudadanos y provocaran pérdidas cercanas a los 20 millones de euros, los topillos se han reducido un 97% desde febrero. De los 1.000 topillos por hectárea que había en agosto de 2007 se ha pasado a una media de 25 roedores en 1.570 municipios.

El problema se remonta a principios del año pasado, cuando la Junta declaró, mediante una Orden de 19 de febrero, la existencia de una plaga de topillo campesino en el territorio de la Comunidad de Castilla y León. Entonces puso en marcha un Plan de Actuaciones que se intensificó durante el verano mediante la aplicación de veneno en los campos.

En agosto empezaron las primeras quemas, sin conseguir erradicar la plaga. Las lluvias y las heladas del invierno tampoco pudieron con el topillo. No fue hasta mayo cuando la Junta dio por finalizada la plaga, atribuyendo el éxito a la aplicación de los venenos, en los que ha invertido 24 millones de euros. Sin embargo, investigadores del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos detectaron que los topillos desaparecieron igual en las zonas en las que se trató la plaga con veneno como en zonas sin tratar, y atribuyen la brusca desaparición a un fenómeno natural.

Actualmente, el trabajo de los técnicos es completamente distinto y más relajado al que desarrollaron el verano pasado. No obstante, la Unión de Pequeños Agricultores sostiene que 'aún existen zonas con actividad en Segovia, Valladolid y Ávila'. Las organizaciones agrarias defienden que, después de lo ocurrido el año pasado, hay que incidir en la prevención y a la actuación inmediata.

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