Este artículo se publicó hace 11 años.
'Casuals' y mossos protagonizan una refriega en pleno juicio
La Fiscalía ha pedido la expulsión de la treintena de 'casuals', aficionados radicales del FC Barcelona, juzgados en la Audiencia de Barcelona, tras la altercados entre algunos de los acusados y los mossos que los custodiaban. Alg
Tres presuntos miembros de los Casuals han resultado heridos y otros tres han recibido asistencia médica por ataques de ansiedad a raíz de los altercados que han tenido con los Mossos d'Escuadra este lunes en la sesión del juicio, donde se sientan en el banquillo acusados por extorsionar a dueños de discotecas y dar palizas por encargo, han explicado fuentes judiciales.
Uno de los heridos por contusiones ha sido el presunto líder de la banda, Ricardo Mateo, mientras que otro miembro ha sido trasladado al hospital. Por su parte, cuatro agentes de los Mossos han resultado lesionados de escasa consideración, según ha explicado la Policía catalana.
La Fiscalía ha pedido la expulsión de la treintena de casuals, aficionados radicales del FC Barcelona, que son juzgados en la Audiencia de Barcelona, tras esta insólita refriega entre algunos de los acusados y los mossos que los custodiaban, delante mismo del tribunal.
En la sección quinta de la Audiencia de Barcelona estaba previsto este lunes el trámite de conclusiones del juicio que desde el pasado mes de abril se celebra contra una treintena de casuals a los que se acusa extorsiones, robos, tenencia de armas, tráfico de drogas e intentos de asesinato, por lo que algunos de los procesados se exponen a más de cien años de prisión.
Inusual despliegue policialLa sesión ha comenzado hoy con un inusual refuerzo de las medidas de seguridad, ya que los once procesados que se encuentran en prisión han sido conducidos al juicio por efectivos de los GEI, grupo de élite de los Mossos d'Esquadra, armados y con los rostros cubiertos con pasamontañas.
El impresionante despliegue policial ha provocado las protestas de un acusado, al que la presidenta de la sala, Elena Guindulain, ha expulsado del juicio, en una decisión que ha encendido al resto de procesados y a los familiares que estaban entre el público.
Los acusados se han levantado en bloque y han manifestado al tribunal que, en un gesto de solidaridad con el expulsado, también abandonaban el juicio, por lo que los agentes que custodiaban a los procesados los han rodeado para evitar que salieran.
En esos momentos, se ha iniciado una refriega en la que los acusados, algunos de ellos todavía con las esposas puestas, han intercambiado golpes y empujones con los mossos, que han empleado la fuerza para reducirlos utilizando en algunos casos sus armas reglamentarias, como defensas extensibles.
Suspensión de la vistaSuspendida la vista, la tensión ha continuado a las puertas del juicio, donde algunos de los acusados y sus familiares han insultado y amenazado a los periodistas que cubrían la información, a algunos de los cuales han llegado a fotografiar con sus móviles.
Más de una hora después, la vista se ha reanudado sin los procesados que están en prisión, y la fiscal, arropada por otros dos miembros del ministerio público y la presencia de la Fiscal Superior de Barcelona, Anna Magaldi, ha solicitado al tribunal la expulsión de todos los acusados en lo que queda de juicio.
El tribunal ha suspendido de nuevo la vista hasta esta tarde para estudiar la solicitud de la fiscal, Ana Gil, que ha pedido la insólita medida de expulsión de los procesados dada la "excepcionalidad y el carácter inédito" de la "algarada violenta" sucedida esta mañana en plena sala de vistas.
La fiscal ha anunciado que denunciará a los participantes en la trifulca por un delito de alteración del orden público, al considerar que "han creado un grave problema de seguridad".
Las defensas, con la excepción de uno de los letrados, se han opuesto en bloque a la expulsión de los procesados y uno de ellos, Luis Gómez, ha avisado incluso de que esa decisión podría comportar una futura nulidad del juicio por indefensión.
Los abogados se han comprometido ante el tribunal a que sus clientes seguirán el resto de juicio con una conducta correcta, tras culpar de los incidentes al amplio despliegue de medidas de seguridad por parte de la policía catalana en un proceso que entienden ha transcurrido hasta ahora con total normalidad.
Para la letrada Berta del Castillo, el "insólito despliegue de medidas de seguridad" ha supuesto "una humillación" para sus clientes, además de una doble criminalización de los acusados.
Otros abogados se han quejado de la "desproporcionada" actuación de los mossos d'esquadra ante personas que incluso estaban esposadas y han lamentado que el refuerzo policial ha roto con la dinámica pacífica en que transcurría el juicio, gracias a la "mano izquierda" de la presidenta del tribunal.
Por su parte, la presidenta, Elena Guindulain, ha reprochado a los letrados que sólo hayan proferido "críticas a la administración de justicia" y que hayan "lanzado campanas al vuelo" arremetiendo contra el despliegue policial, sin saber las razones por las que éstas se han adoptado.
En los dos meses de juicio transcurridos, se han vivido algunos momentos de tensión, ya que los procesados han sido reiteradamente llamados al orden por parte del tribunal y sus familiares han insultado y amenazado a los periodistas que cubrían el proceso.
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