Este artículo se publicó hace 16 años.
El "Catálogo Razonado" de José Guerrero descubre a un autor mucho más experimental
Casi 1.500 trabajos, en su mayoría sobre lienzo o papel, se reproducen en los dos volúmenes que conforman el Catálogo Razonado de José Guerrero, el primero sobre la obra del artista granadino, que descubre a un autor mucho más experimental de lo que se conocía hasta ahora.
El catálogo, del que se han publicado 1.200 copias, ha sido editado conjuntamente por el Centro José Guerrero de la Diputación granadina y Telefónica, e incluye todas las obras conocidas, repartidas fundamentalmente por Europa y los Estados Unidos, del autor granadino.
Durante su presentación hoy en Granada, la directora del Centro José Guerrero, Yolanda Romero, ha considerado que uno de los grandes valores de este catálogo razonado es que "nos va a descubrir a un artista mucho más poliédrico, con muchas más caras y un aspecto mucho más experimental del que se conocía hasta ahora".
Entre las novedades que más van a sorprender a los especialistas en Guerrero, Romero ha señalado una serie de obras que se han conseguido extraer fundamentalmente del archivo personal del autor, de los años 50 y 60, que muestran "un trabajo inicial de Guerrero muy innovador, muy experimental".
Se trata de obras que Guerrero llamaba "frescos portátiles" en las que utilizó un material que no era el lienzo, que es el medio en el que se suele situar el trabajo del artista granadino, sino materiales que se usaban en la arquitectura del momento, como uralita o alambre, una obra que Romero ha considerado "muy sorprendente".
El catálogo también refleja un segundo momento experimental muy importante de Guerrero, en el que el autor gestó una serie de obras en las que también recurre a elementos encontrados, como bolsas de papel, de tela, y que "nos dan la idea de un artista mucho más experimental", según la directora del Centro.
La publicación también recoge una pequeña faceta de escultor de Guerrero poco conocida y que queda reflejada en una serie de pequeñas maquetas, proyectos para obras tridimensionales, algunas de las cuales se llevaron a cabo.
La labor de recopilación también ha permitido conocer mejor los procesos de trabajo del artista, que solía "poner en cuarentena" sus pinturas, una vez que estaban hechas, dejándolas en su estudio, donde las contemplaba y, en muchos casos, pasado un tiempo, las modificaba.
Esto ha permitido descubrir que "obras que creíamos cerradas, por ejemplo del año 56, después se han convertido en otras diferentes en el 62", ha desvelado Romero, para quien este descubrimiento explica que "la obra de Guerrero es mucho más pausada y meditada de lo que podría parecer".
La directora del Centro ha dicho sentirse "muy sorprendida por esa trayectoria tan rica, tan sugerente, en la que hay siempre ese intento de no repetirse a sí mismo", cuando "hay muchos artistas que sí lo hacen, porque es algo natural".
Para Romero, "esa gran variedad hace concluir que Guerrero es uno de esos grandes maestros clásicos del arte en España" y se ha mostrado convencida de que "esta publicación va a ser el inicio de una recuperación internacional mucho más compleja".
Por su parte, la investigadora Inés Vallejo, coeditora del catálogo, ha explicado que para localizar la obra de Guerrero se ha llevado a cabo una importante tarea de búsqueda mediante anuncios en medios de comunicación españoles y extranjeros, fundamentalmente, en este último caso, en revistas de arte estadounidenses, y de contacto con galerías y casas de subastas de Europa y los Estados Unidos.
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