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CatalunyaCaixa y Novacaixagalicia, dos soluciones diferentes

El supervisor concede un tratamiento distinto, según la caja

V. Z. / M. A.

Los problemas de todas las cajas en dificultades son muy similares: excesiva concentración en el ladrillo y acumulación de inversiones no rentables que les llevan a tener un déficit importante de solvencia. Sin embargo, las soluciones que les permite el Banco de España son muy diferentes unas y a otras. Las varas de medir no son las mismas y los dos ejemplos más palmarios de esta realidad que reconocen en privado directivos tanto de bancos como de cajas son CatalunyaCaixa y Novacaixagalicia.

De partida, la caja catalana podrá recibir en forma de préstamos una parte de las ayudas públicas del FROB que necesita y el resto será en forma de capital, es decir, con la entrada del Estado en su accionariado. Ambas son ayudas públicas, procedentes del bolsillo de los contribuyentes, pero es muy diferente recibirlas de una u otra manera, sobre todo para los gestores, que podrán así mantenerse en sus puestos porque el FROB no tomará la mayoría del capital y no podrá imponerse en la gestión de la caja. Y eso que su inversión, entre los préstamos pasados y lo que va a aportar en los próximos meses, rondará los 3.000 millones de euros. Pondrá medio billón de las antiguas pesetas y no tendrá posibilidad de ejercer el control porque, según argumenta el Banco de España, ya estaba negociando con la entidad la concesión de un préstamo antes de que se aprobara el nuevo real decreto ley que impone que las ayudas públicas han de hacerse con la toma de acciones y no con préstamos.

La entidad catalana podrá evitar que el FROB tome el control de su capital

La opción que ahora se va permitir a CatalunyaCaixa y también a Unnim (que negociaban las nuevas ayudas porque había suspendido los test de estrés) no estaba prevista en los primeros borradores de la nueva legislación, pero CiU pidió que se incluyera y, a cambio, dio su apoyo en el Parlamento a esta nueva reforma financiera.

Para Chema Martínez, secretario general de Ahorro de CCOO-Comfia, 'el real decreto ha dado soluciones a medida a algunas entidades, como las catalanas, gracias al apoyo político que ha ofrecido CiU al Gobierno durante su tramitación en el Congreso'. La Generalitat mantiene así, aseguran desde el sector financiero de Catalunya, la tutela de sus principales entidades y evita que caigan en manos del Estado, que después las vendería al mejor postor, que muy posiblemente no sería catalán.

Novacaixagalicia, que intentó la misma solución de recibir préstamos del FROB, no podrá acceder a ella y todo el apoyo público que reciba (2.600 millones, con las necesidades actuales) será en forma de capital. Eso implicará que el Banco de España tomará las riendas y podrá, si quiere, remover a los gestores que han llevado a la entidad a la situación actual. La Xunta de Galicia, dominada por el PP y que impuso (tras una dura pugna) la fusión de las dos cajas regionales por encima de los deseos del Banco de España, ha tenido que plegarse esta vez a las exigencias del supervisor, que no permitirá a esta caja salidas alternativas como a Catalunya-Caixa. La Xunta sigue, sin embargo, intentando que la presencia del Estado sea la menor posible para lograr a medio plazo que mantenga una mayoría gallega.

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