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Catéteres generarían trombosis venosa profunda luego de cirugías

Reuters

La mayoría de los pacientesquirúrgicos que desarrollan trombosis venosa profunda (TVP)pese a los cuidados posee catéteres subcutáneos, según muestraun nuevo análisis retrospectivo.

Los expertos no lograron probar una relación causal entrelos catéteres y la TVP.

Con todo, escribieron: "La prevención de la TVP deberíaincluir una mayor evaluación de la necesidad de los catéterescentrales, incluida su duración, y la consideración del usoagregado o quizá mayores dosis de anticoagulantes cuando estánpresentes esos catéteres centrales".

El artículo, publicado en la edición en internet deArchives of Surgery, indica que sin profilaxis, la TVPocurriría en hasta el 40 por ciento de los pacientes sometidosa cirugía general, con el doble de riesgo en los oncológicos.

El temor a las hemorragias hace que los cirujanos seresistan a usar profilaxis contra la TVP, agregaron losautores.

Pero un estudio reciente reveló un 1,6 por ciento deincidencia de sangrado importante en pacientes que recibíanquimioprofilaxis, junto con un 70 por ciento menos riesgo detromboembolismo venoso.

La investigación se realizó como parte del ProgramaNacional de Mejora de la Calidad Quirúrgica del ColegioEstadounidense de Cirujanos. El equipo del doctor Brian R.Smith, del Centro Médico de la University of California enIrvine, revisó datos de 2.189 pacientes que se sometieron acirugía general en el 2008 y el 2009, con profilaxis adecuada.

Durante dos años de seguimiento, 35 de esos pacientes (el1,6 por ciento) desarrollaron TVP.

Los pacientes con TVP tenían una edad promedio de 58 años;22 eran hombres. Diez se habían sometido a cirugía pancreática,ocho a operación esofago-gástrica, 13 a cirugíaintestinal/colorrectal y cinco a otro tipo de intervención.

La TVP fue diagnosticada en promedio dentro de los 8,6 díasposteriores a la operación. El 83 por ciento de los pacientesfue diagnosticado durante la hospitalización.

En el 94,3 por ciento de los casos, se sospechó eldiagnóstico por los síntomas, mientras que en el resto de lospacientes se detectó por controles de rutina.

El 60 por ciento de los pacientes (21) tenían un catétersubcutáneo, en la mayoría de los casos ubicado para accesovenoso. El 63 por ciento (23) tenía comorbilidades, incluidadependencia al respirador, infección, insuficiencia renal oneumonía, mientras que 22 presentaban tumores.

El 40 por ciento tenía TVP en una extremidad superior, el47,5 por ciento presentaba TVP en una extremidad inferior y elresto, tanto en miembros superiores como inferiores.

Cuatro pacientes (es decir un 11,4 por ciento)desarrollaron embolia pulmonar.

La mortalidad a 30 días entre los pacientes con TVP fue del14,2 por ciento.

Dado que los investigadores no tenían información sobre loscatéteres venosos centrales (CVC) colocados durante el períodode estudio, no pudieron identificar la "incidencia real" de laTVP asociada con esos catéteres, según ellos mismo señalaron.

No obstante, agregaron: "La combinación de cáncer y CVCante una cirugía general indica la necesidad de más estudiospara determinar el beneficio, si lo hay, de efectuarquimioprofilaxis más agresiva o de mayor dosis en estapoblación particular de pacientes".

"Los resultados de nuestro estudio también destacan que hayque prestar atención a la necidad del uso de CVC y lalimitación en el tiempo de uso", finalizó el equipo.

FUENTE: Archives of Surgery, online 15 de agosto del 2011

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