El arzobispo de Canterbury y Benedicto XVI coincidieron el sábado en la necesidad de estrechar los lazos entre sus Iglesias, en la primera reunión desde el sorprendente ofrecimiento del Vaticano a anglicanos desafectos el mes pasado.

El arzobispo Rowan Williams tuvo una breve audiencia privada con el Pontífice y en su conversación reiteraron "la voluntad compartida de continuar y consolidar la relación ecuménica entre católicos y anglicanos", dijo el Vaticano en un comunicado.

El cordial encuentro también "se centró en eventos recientes que afectan a las relaciones entre la Iglesia Católica y la Comunión Anglicana", agregó.

Algunos anglicanos han criticado la insinuación del Papa a miembros descontentos con la Iglesia de Inglaterra, permitiéndoles unirse a la Iglesia católica aunque mantendrían muchas de sus propias tradiciones, ya que ven el ofrecimiento como un intento para atraer a los anglicanos que se oponen a la ordenación de sacerdotes y obispos mujeres, algo que no está permitido en la Iglesia católica.

la Iglesia episcopal en Estados Unidos cuenta con una líder femenina- y la Iglesia de Inglaterra se está preparando para ordenarlas.

Ambas partes trataron de presentar el ofrecimiento como un paso normal, aunque el principal responsable ecuménico del Vaticano, el cardenal Walter Kasper, reveló la semana pasada que Williams lo había llamado en mitad de la noche para exigirle una explicación cuando fue anunciado.

No hubo comentarios inmediatos del lado anglicano sobre la breve audiencia privada de Williams con el Pontífice, calificado de un encuentro de cortesía por funcionarios eclesiales.